LA COMPAÑERA PERFECTA
Fecha: 26/08/2017,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... las sujeciones de un liguero a las medias. Me quedé alucinado. Mi compañera usaba liguero en la oficina.
Al día siguiente, me volví a fijar sin que ella se enterase y volví a ver lo mismo. Estaba excitadísimo por aquello. Me encantaba esa compañera. Se parecía a mi yo femenino. Quería saber que más había debajo de aquella blusa y de aquella falda… era la tentación hecha mujer, y yo quería ser como ella.
Con el paso de los días fuimos cogiendo más y más confianza y un día que la pillé sin gente alrededor le dije “perdona, ¿llevas liguero?”, me miró y me dijo “¿y tu como lo sabes?” y le dije “porque soy fanática de la lencería”, me salió en femenino y ella se dio cuenta y me dijo “será fanático” y le dije “sí, claro”, y me dijo sonriendo “si, yo también lo soy y uso liguero a diario” y le dije “que bien, me encanta, gracias” y me dijo “de nada”.
Al día siguiente, volví a ver que se le marcaba el liguero y me acerqué y le dije al oído “¿me dejas verlo?”, ella me miró y me dijo “ven conmigo”. Se levantó y nos fuimos hacia los baños, y me cogió de la mano y nos metimos al de mujeres. Entonces, se levantó la minifalda y me lo enseñó por completo. Negro, de encaje. Me fije y llevaba el tanga por encima del liguero. La miré y le pedí que se diera la vuelta. Lo hizo y vi que tenía un culo precioso. La sonreí y le dije “gracias, ha sido increíble” y me dijo “de nada, un placer”. Entonces se recompuso la falda y salimos del baño como si nada. Menos mal que no nos vio ...
... nadie.
Al día siguiente, me mandó un email y me dijo “¿hoy también quieres ver mi liguero?” y le dije “me encantaría” entonces se levantó y haciéndome una seña volvimos a los baños y a repetir la operación. Esta vez era color champán y un tanga color carne. No pude más que acariciar ese tanga y ese liguero y entonces ella me susurró al oído “oye, ¿y a ti que te pasa con la lencería?” y entonces le confesé mi adicción y le dije “me visto de mujer en la intimidad y soy fetichista de los ligueros”, ella me miró y me dijo “¿me dejarías verte?” y le dije “si, claro”, entonces me dio un beso en la boca y me dijo “invítame donde te vistas esta noche, quiero verte en lencería, yo también soy fetichista de los ligueros”, entonces le devolví el beso, y recomponiendo su falda le dije “vale, espérame a la salida en el parking y vamos a mi casa”, y me dijo “ok, hecho”.
Salimos del baño y seguimos trabajando como tal cosa. Yo no sé cómo estaba ella entonces, pero yo estaba como un flan de nervios, pero yo estaba cachonda perdida deseando llegar a casa con esa mujer.
A la salida tal y como habíamos quedado me esperaba en el parking. Le señalé mi coche y le dije, “siguemé”. Entonces fue detrás mío hasta mi casa. Le señalé donde tenía que aparcar, y le dije “sube, vamos al garaje”. Entonces se subió en mi coche y se subió la falda del todo, hasta la cintura, dejándome ver en el coche ese liguero champan, las medias negras y el tanga. No pude más que mirar y decir “joder, que gustazo”, ella se ...