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Albertito 3
Fecha: 08/06/2019, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues
... me la sacó y se la clavó a su mujer con pija. Comencé a besar apasionadamente a Albertito. Marcos volvió a mi culo una y otra vez, una y otra vez regresó al culo de Chiche. -La leche es mia Chiche, me la regalás?- Si, Luqui, pero me debés la tuya. Marcos aceleró en mi orto, golpeó mis caderas con una violencia que no sentía desde tiempos de Damián, me empujó las piernas hasta ponerlas al costado de mi cabeza, empujó más, gritó y acabó largo, mientras Alberto me acariciaba las tetitas y suspiraba. Me la sacó y se abrazó a Chiche. Intenté pararme, las piernas casi no me respondían, me reí, los miré. -Me rompiste el culo de verdad Marquitos, tengo las piernas flojas como cuando Damián me echaba tres polvos al hilo! -Y todavía te faltan dos, Luquitas. Me acosté del otro lado de Alberto, nos abrazamos los tres. Nos quedamos un rato en un silencio placentero, que terminó rompiendo Chiche. -Che, al final, del único culito que chorrea leche es el de Lucas, ustedes dos vinieron para cogerme a mi, quién es el puto acá? -Yo, yo!- dijimos casi al unísono con Marcos. -Vos me la vas a pagar Lucas, ahora además de Claudia, alguien más le saca la leche a mi marido. Acostate! Me puse boca arriba y Alberto se sumergió en mi pija, bebió con placer los restos de semen y cuando la tuvo dura y lubricada, con una sonrisa cómplice se fue sentando arriba. Su culito se engulló toda mi pija y sentí el peso de su cadera sobre mi pubis, comenzó a moverse hacia adelante y atrás, dándome unas sensaciones ...
... exquisitas en la pija, era raro, la abundante leche de Marcos comenzó a salir de mi agujero aún abierto y mientras su tibieza alegraba mi esfínter, mi pija subía al cielo impulsada por el experto culito de Chiche. -Vení- le pedí a Marcos- Acomodate sobre mi cabeza. El muy puto se puso de frente a mi y me ofreció su pija. No podía rechazar ese manjar, así que le dí una mamada suave, sin exagerar. Pero mo objetivo era otro. -Date vuelta y bajá. - Sus nalguitas, chiquitas, hermosas, deseadas por décadas venían al encuentro de mi lengua. Comencé despacito, dándole apenas toquecitos con la punta. Cada vez que se la apoyaba, sentía la vibración nerviosa de su cuerpo, al caballo salvaje había que domarlo para que se dejara montar. Fui aumentando mis lamidas y al fin le pude arrancar un gemido. Se encabritó el potro!, salió de mi boca y se fue al encuentro de Alberto. Le metió la pija en la boca. Alberto, sin dejar de mover las caderas, lo tomó de las nalgas y empezó a darle una chupada intensa, pero el putito había entendido muy bien lo que pasaba, se llevó el dedo a su culito, que estaba lleno de su moquito rectal y de mi preseminal, para lubricarlo, y sin dejar de chupar le metió el índice en el culo a su marido, que dio un respingo pero dejó hacer. Estuvimos como 10 minutos en esa pose, Alberto cabalgándome, chupándole la pija a Marcos y metiéndole el dedo en el culito, yo acariciándole la espalda y las nalgas. Alberto aceleró y me hizo acabar. Desarmamos la pose y me incorporé. ...