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EL NENE DEL ESTACIONAMIENTO
Fecha: 08/06/2019, Categorías: Gays Autor: angelblack, Fuente: SexoSinTabues
Apenas salía del apartamento de un amigo, pues nos metimos un buen reventón al celebrar su despedida de soltero pues en unos días se casaría, yo casi llegaba al estacionamiento público donde me esperaba mi auto, cuando lo vi… Un hermoso niño de 6 años, vestido con un pantalón de mezclilla negro, camisa de cuadros con un paliacate rojo amarrado al cuello, huaraches y sombrero de palma; con tés morena, ojos cafés grandes cubiertos por unas enormes pestañas. NIÑO: ¿me compra unas flores, señor? La dulce voz del pequeño me saco de su contemplación, el niño mostraba una pequeña sonrisa dejando ver unos dientes blancos como la leche. Yo: ¿Cuánto cuesta? Niño: “los claveles a diez pesos y las rosas a 15 pesos” Yo: dame 2 rosas, pequeño… ¿Cómo te llamas? Niño “Mario, señor” Yo: mucho gusto Mario, soy Eduardo; oye… ¡eres muy simpático! ¿Ya has de tener novia? El rubor tiño las mejillas del pequeño y le arranque una sonrisa, me puse de rodillas para estar a la altura del vendedor, saque un billete de 200 pesos para pagarle; pude ver el asombro del pequeño poco acostumbrado a ver billetes de alta denominación… Mario: “hay señor, no tengo cambio para ese billetote…” Yo: ¿Por qué no me acompañas a mi automóvil, quizás tengo monedas para comprarte las rosas? La desconfianza que sintió el pequeño, se esfumo cuando me vio sonreírle, nos encaminamos en dirección al auto, note que la calle se había quedado completamente desierta, aproveche la ocasión así que disimuladamente me baje el cierre ...
... del pantalón; localice mi automóvil que estaba justo a un lado de una camioneta tipo suburban, por lo que la camioneta ocultaba muy bien mi automóvil y por lo temprano que era, el estacionamiento estaba vació. Fingiendo buscar el dinero en mi chaqueta y en la camisa ante la atenta mirada del inocente pequeño. Yo: ¿Puedes meter la mano en mi pantalón? no encuentro las monedas… Animado por vender sus flores, Mario introdujo la mano en mi bolsillo del pantalón, provocando que la bragueta se abriera ante la curiosa mano del pequeño que distinguió la blanca tela de mi ropa interior, sus ojos se posaron en la abertura del pantalón y en la bragueta, yo cerré mis ojos ante el manoseo inocente del pequeño… Yo: “Busca bien…quieres” Entre más buscaba, más se habría la bragueta y más se notaba mi bulto. Yo: “quizás estén adentro de aquí” Me toque el bulto con las dos manos ante la mirada del pequeño, mi bulto se veía más llamativo y el niño movido por la natural curiosidad toco mi dura verga a través de la tela, que dio un respingo como si tuviera vida propia. Mario: “hay, se movió” Yo: jajaja, no te asustes pequeño ¿nunca has visto una verga adulta? Mario: “no… señor” Yo: puedes tocarla nuevamente, ¿si gustas? El pequeño volvió a estirar la mano y siguió con el dulce manoseo, por mi parte no cabía de la gran felicidad de sentir esa pequeña mano sobre mi dura verga. Yo: ¿Te quieres ganar un billete para ti solito? Mario: ¿para mi solito, señor? Yo: ¡si niño!, “me has caído bien y quiero ...