1. El Congreso 2


    Fecha: 10/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: kimbocat, Fuente: SexoSinTabues

    ... excitarte más y más con sus palabras, te cuenta que la gente te ordeñara, pero evidentemente no se puede beber sin hervir la leche de una vaca como tú, así que una vez ordeñada, les entregaran como regalo un exquisito vaso de leche ”free milk”. Habrá otras sorpresas, pero estas ya las iras descubriendo poco a poco. Luisa te enseña una bolsa, la miras inquieta, saca una esquiladora eléctrica, te dice que una vaca no lleva cabellera, así que te van a pelar al cero, con tu cabellera van a hacerte una bonita cola, que encastaran en tu culo, protestas, gritas, te quejas, pero otra descarga te hace chillar de dolor, mientras con los ojos llenos de lágrimas comprendes que nadie te pregunta nada, tan solo te informan. También te dicen que dudaban en llamarte “meona” o “golosa” , pero tras charlar un rato han decidido que es mucho más comercial que la vaca lechona que la gente ordeñe se llame “golosa”. Con la cabeza baja, sientes el hocico frio de Bobby zarandeando en tu culo, le encanta tu olor, lame los restos que aún tienes pegados en tu cuerpo, y tu sumisa y dócil dejas que te lengüetee, que juego contigo, mientras comprendes que aquel spray era algo para excitarlo aún más, para que su instinto le lleve a querer montar a una hembra como tu. De pronto Ricardo te da una orden que no quieres cumplir, - Ven “golosa” que te vamos a esquilar. Luisa te enseña el mando con el dedo a punto de apretar el botón de castigo, y tú entre sollozos, con tu cara empapada en lagrimas y babas del ...
    ... perro, te acercas a ellos, Luisa pone tu cabeza entre sus piernas, notas sus rodillas presionar tus mejillas y tras cortar tu cabellera, empieza a pasar la maquina, por tu cabeza, te escuece cada vez que arranca los pocos pelos que te quedan, ella ríe divertida, mientras Ricardo te hace algunas fotos, para el book de la campaña Luisa está ahora pelando tu nuca, sube hasta arriba, pasa por toda tu cabeza, hasta llegar a tu frente, allí gira y vuelve hacia atrás, aprietas los puños mientras ella sigue rasurando tu calva centímetro a centímetro. Ricardo pellizca tus ubres, mientras te dice que no te muevas si no quieres que sin querer te corten, Bobby entre tus patas no deja de husmearte, de olfatearte. Ricardo aparta a Luisa, quiere ser el quien termine con tu afeitado, y que mejor que una de sus maquinillas de afeitar. Te levanta la cara, le miras con los ojos enrojecidos de llorar, con tus mejillas empapadas, y con una media sonrisa forzada. Él te besa los labios, le gusta el sabor de tu boca, cierras los ojos mientras él separa sus labios de los tuyos, en pocos instantes notas la maquinilla pasando por tu cabeza, va girándola, con destreza, con cuidado, por cada rincón de tu calva. Y el chucho que no deja de lamerte, de olerte con su hocico incrustado en tu entrepierna. Luisa algo molesta ante tantas atenciones de Ricardo para contigo, le pregunta si prefiere ordeñarte ahora, o después de cenar. El sin prisa termina de rasurarte, y luego toquetea tus pechos, duros y repletos, ...
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