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La rica curiosa
Fecha: 11/06/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... insertarse entre aquellos labios no pudo, ni quiso, evitar un gran orgasmo. Kate yacía en los cojines, enlazada con su perro negro, que poco a poco se dio la vuelta y quedaron culo con culo. Cuando se recobró un poco se acarició el clítoris, notando cómo aquel pene pulsaba dentro de ella. No tubo fuerzas para llegar a otro orgasmo, el primero había sido devastador, pero aún así disfrutó de la unión postcoital tan íntima entre Brush y ella. En su despacho, Lara sí llegó al segundo orgasmo. Y al tercero cuando Brush se desabotonó de Kate y ella pudo ver su gran carne en todo sus explendor. Más relatos míos en Hacía tiempo que Lara había visto aquel vídeo de zoofilia, aquella mujer, a cuatro patas mientras aquel perro la montaba y otra mujer ayudaba metiendo aquel enorme pene perruno en su coño. Ella pensaba que aquello era lo más excitante que había visto. Por eso ahora veía a Kate por las cámaras de seguridad, entrando a la mansión acompañada de aquel perro, Brush. Nerviosa se apretó las manos. Un criado le preguntó si debían dejar pasar a la visita y ella pidió que los guiasen a la sala de invitados donde ella se dirigía. En menos de cinco minutos pudo verles pasar a la sala. -Bienvenidos. Me alegra conoceros- dio dos besos a Kate. Después pasó una mano por la cabeza de Brush. -Igualmente- contestó Kate. -Aquí está lo estipulado y algo más-comentó Lara dándole un sobre a la chica-. Cuéntalo si quieres, está ahí también una copia del ...
... contrato. Voy a ir a buscar mi sello y la otra copia para firmarlos. Lara abandonó la sala y fue a su despacho. Comprobó que todas las cámaras de seguridad enfocaban cualquier escena de la habitación y llamó a su mayordomo, el único empleado que estaba en la mansión. El hombre de unos treinta años no tardó en aparecer. -Charles, quiero que te tomes esta tarde libre. Y no hace falta que vengas esta noche. Como siempre tienes una habitación reservada en el hotel. -De acuerdo señorita- repuso el criado con una media sonrisa que Lara ignoró. Espero unos minutos y observó cómo el hombre dejaba la mansión. Manejó entonces los ordenadores para que le mostrasen todos los ángulos de la habitación con invitados fuesen mostrados en las diferentes pantallas. Volvió a la sala de invitados y se dirigió a Kate. -¿Tienes alguna duda con el contrato? Creo que en ellos se muestra todo lo que hemos hablado por el chat. -Sí, así es. Solamente me preocupa la cláusula seis, esa que dice que tu no estarás en ningún momento en la sala. -Así es. Yo estaré en mi despacho, lo veré todo desde allí. -¿Y las cámaras grabarán todo? -Eso es- asintió Lara-. La grabación resultante, como ves en la cláusula siguiente, solamente la podré ver yo. Y cualquier publicación de la misma será totalmente ilegal. -Bien, pues estoy de acuerdo en todo lo demás. Las dos mujeres firmaron los documentos y, una vez terminadas las formalidades Lara apuntó: -¿Necesitas algo para empezar? En ...