1. La rica curiosa


    Fecha: 11/06/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la mesa está todo lo que hablamos por chat.
    
    Kate miró a su alrededor y apreció en la mesa diferentes utensilios, entre ellos un bote de lubricante.
    
    -Necesitaré unos cojines. O al menos un sofá o algo. Y una manta que pueda manchar.
    
    Lara se encaminó al armario y de allí sacó todo lo que ella le pidió.
    
    -Bien, si no necesitas nada más me retiro. Y podéis empezar. Cualquier cosa pulsáis aquel botón de allí- señaló un botón rojo en la pared- y ya me pides lo que necesites.
    
    Lara volvió a su despacho.
    
    Cuando vio por la cámara vio al perro suelto en su salón de invitados. Kate lo acariciaba cuidadosamente.
    
    Lara vio como poco a poco las manos de Kate se encaminaban al miembro de Brush. El can estaba quieto mientras y cuando la mano de su dueña le tocó el saco de pelo, este se quedó quieto, con las orejas erguidas.
    
    Con delicadeza Kate continuó acariciando el saco. Lara se fijó en que sus manos parecían húmedas. Al mover la cámara pudo ver que tenía la mano derecha llena de lubricante mientras que la izquierda estaba seca mientras acariciaba al saco.
    
    Poco a poco empezó a emerger una puntita roja.
    
    Kate acarició la carne roja del can con la mano derecha, la que estaba llena de lubricante.
    
    Lara deslizó su mano por debajo de sus pantalones y sus braguitas. Apretó su mano contra su chochito mojado y sintió sus propias pulsaciones de excitación.
    
    Mientras en la sala Kate, ayudada de lubricante le hacía una paja a su perro. Poco después descendió su ...
    ... cabeza y Lara pudo ver cómo la chica acariciaba con su lengua a la polla del animal, Que ya estaba bastante grande.
    
    Poco a poco la polla de Brush fue desapareciendo entre los labios de Kate.
    
    Lara, comenzó a trazar suaves círculos encima de su clítoris con dos dedos.
    
    Vio que Kate se empezó a desnudar mientras seguía acariciando al perro. Se quitó los pantalones y el tanga que traía. Poco después se levantó y tomó los cojines que antes le había pedido.
    
    Los puso uno encima del otro y los tapó con la manta.
    
    Se tumbó encima de ellos, apoyando su vientre en los cojines y dejando su culo en pompa. El perro rápidamente se le subió encima. Lara vió cómo las garras del can se agarraban a su cintura, pero seguramente no le hacían daño a causa de que Kate seguía vestida de cintura hacia arriba.
    
    Lara se desnudó, mientras observaba cómo el pene de Brush de hundía en el coño de Kate.
    
    Una vez desnuda volvió sentarse en su silla y se medió un dedo en lo más profundo de su vagina.
    
    Poco a poco fue moviéndolo más, mientras observaba atentamente los movimientos de Kate.
    
    En la sala de invitados Kate sentía cómo aquella polla que tanto amaba se insertaba en su vagina entre rápidos movimientos.
    
    Disfrutaba mucho de aquellas estocadas que solo tenían la finalidad de insertarle la bola para así verter el semen perruno en su interior.
    
    En su mente se veía como una perra en celo, esperando que su can la atase a el mientras aquel miembro chocaba placenteramente en sus paredes ...