Karina, el segundo encule de mi vida (1)
Fecha: 13/06/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... mes. Por la lluvia no supe que era ella, pero Karina había identificado mi auto y estaba completamente mojada del aguacero incesante de aquel día. Se sube al auto y veo sus ojos almendrados aguados por el llanto y su maquillaje totalmente descompuesto. No le pregunto nada y solo manejo con dirección a mi casa. Ella solo guarda silencio y va como hipnotizada viendo su reflejo en el cristal de su puerta.
Llegamos a mi casa, la cual Karina nunca ha visitado y la invito a pasar. Le ofrezco que se dé un baño caliente para recuperar su calor y le ofrezco una de mis batas, de esas que son absorbentes como una toalla. Como es invierno, tengo la chimenea encendida, ella sale de darse la ducha y le ofrezco que lave y seque sus ropas en la lavandería que está en el segundo nivel ve mi casa. Ella sigue mis instrucciones y se va a la lavandería. Cuando baja, baja llorando y solo imaginé algún quebrantamiento emocional con la insípida de Ana. No me equivocaba.
- ¡Ana tiene a otra mujer! – me dijo sollozando.
- ¡Lo siento Karina! Imagino debe ser muy doloroso.
Recuerdo me acerqué para brindarle un abrazo y a la vez ofrecerle un whisky el cual aceptó. Aquello abrió el zaguán de la confianza y comenzó a contarme como lo había descubierto. En el club esta mujer se le acercó y le confrontaba el por qué estaba tomada de las manos de su marimacha. Hubo una confrontación entre las tres y Karina había abandonado el lugar hasta recobrar la compostura debajo de la lluvia.
Aquella ...
... noche le ofrecí una de las habitaciones, al igual que le ofrecía una de mis camisas para que le sirviera de camisón de dormir. Aceptó y después de tres whiskys más y como a la una de la mañana ambos nos fuimos a descansar. El siguiente día sábado, yo ya le tenía desayuno cuando despertó y comió un poco, con la queja de que no quería regresar a su apartamento por su ropa, ni por su automóvil. No quería estar cerca ya de Ana y le propuse que se quedara temporalmente en la casa, que usara uno de mis automóviles y que podríamos ir de compras para que tuviera que vestir y calzar.
Aquel fin de semana se habrá gastado una buena parte de sus ahorros, pues mi cálculo fue que por lo menos unos $5000.00 se fueron en zapatos y vestidos y lo más emocionante de todos aquellos ajustes, fue acompañarla a la compra de su lencería. Para abreviar aquella transición, se instaló en mi casa donde no tenía que pagarme alquiler y por lo único que se acercó días después al apartamento, fue por su automóvil y dejó todas sus demás cosas en el apartamento que compartía con Ana. Cambió su número de celular para no estar siendo hostigada por las llamadas de Ana y al igual cambió la rutina de mi vida, pues Karina lo había cambiado todo.
Karina se ajustó a mi pequeña familia, quien era mi cuñada a quien quiero como una hermana y mi hijo que en esa época rondaba sus doce años. El ajuste fue muy cordial, pues por esa época Kashira, mi cuñada, vivía con mi hijo en California, y no se había mudado a la nueva ...