He tenido mas corridas que Km. en mi carrera
Fecha: 27/08/2017,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Tauro47, Fuente: CuentoRelatos
... te puedo decir una cosa sin que te enfades conmigo?
--- Claro, confío contigo.
--- Pues que te agradezco mucho que me hayas escuchado y que cambies tu aspecto, ganando tanto en belleza como en alegría interior, y además me encanta que me enseñes el sujetador, que no hace más que embellecer esas tetas tan maravillosas que tienes.
--- Por favor, no exageres no tengo buen tipo, nunca lo he tenido, y mis tetas como tú dices, ya no son lo que eran.
--- María no te engañes tu misma, apostaría lo que quieras que tienes unas tetas duras y unos pezones de lo más sensibles.
--- Las tengo blandas y caídas, aunque tienes razón, mis pezones se me ponen duros enseguida, ahora mismo lo están.
--- Me gustaría mucho cogerlos ahora.
--- Si estamos a la vista de todos!
--- Pasa dentro de autobús y siéntate en un sillón de la derecha.
El autobús estaba aparcado pegado a una tapia alta.
--- En este estoy bien?
--- Ideal, ahora voy yo.
Me levante del volante y me senté al lado de María,
Estaba a su izquierda por lo que la abertura de su camisa, estaba a mi vista, le metí la mano entre dos botones que se había abierto y busqué el pezón, fui recorriendo todo el sujetador por delante rozándole sus tetas, hasta que llegue al pecho derecho y estuve buscando el bulto del pezón, aunque lo noté enseguida, hice como que no lo encontraba y le dije…
--- No se te nota, debe haberse escondido.
--- Como que no se nota, si lo tengo que me duele.
--- A ver, ahora lo ...
... buscaré mejor.
Estuve apretando la teta que asomaba sobre la copa y con dos dedos solté el tirante de su hombro, la copa quedo suelta y con los mismos dedos le bajé la copa de encaje y quedó su teta redonda en la palma de mi mano, entre mis dedos se quedó el pezón duro como un garbanzo rodeado de una areola rugosa bastante ancha, estuve un momento entretenido acariciando la teta que se ponía tersa por momentos, María miraba a la valla por la ventanilla y no decía nada, yo me atreví, hice lo mismo con la teta izquierda, las dejé al aire las dos y sus botones se notaban bajo la tela de la camisa, le desabroche dos botones más, María seguía mirando al exterior, me mojé los dedos con saliva y los acaricié de nuevo, al notar la humedad le dio un estremecimiento, ella seguía sin volverse hacia mí por lo que me incliné sobre sus tetas y las cogí con mis labios, María gemía con cada beso y lamida, aspiraba toda la areola y con los dientes mordisqueaba los pezones duros. María estaba mirando hacia el techo y a la valla, con los ojos cerrados, yo le recliné el respaldo y saque la camisa de la falda, ahora sus tetas eran mías al completo, le nacían desde las axilas hasta casi juntarse delante, eran redondas y duras.
Le puse la mano sobre la pierna y dio un estremecimiento al notarla, la pasé bajo su falda y ella la detuvo por encima de la ropa, seguí entre sus muslos, al fin dejo de frenarme y separó las piernas, en la estrechura del asiento pude subir hasta sus bragas y noté que ...