Mi papi me ama - Relatos Eróticos

Mi papi me ama

... satisfecho, sentí como levantaba mi blusón y luego de acariciar mis pechitos senti su lengua sobre mis pezoncitos y no se si era mi misma corrida u otra, pero tuve otra y mojé mi chuchita mucho, algo me bajo del vientre y mi vagina estaba hecha una sopa. Abrí los ojos y vi como papi chupaba mis pechitos, al verme, no se si vio en mi miedo o preocupación, pero él dejó de hacerlo, me compuso mi blusón y quitó su mano de entre mis piernas, me dijo que era una nena muy linda y que todo esto fuera nuestro secreto, le dije que si, que nadie en el mundo lo sabría. A la semana, sucedió de nuevo, lo ví en la sala viendo un partido de futbol, me invitó a verlo con él, yo estaba nerviosa por lo ocurrido esa noche. A diferencia, no me senté en sus piernas, me puse a un lado, luego me dijo que pusiera mis pies sobre sus piernas, lo hice, y él me las empezó a acariciar, me dio que tenía unos pies divinos, en ese entonces no sabía que había diferencia de unos pies con otros. Me siguió acariciando y yo notaba que frotaba mis pies contra su paquete que ya estaba bien hinchado en su boxer, Aunque me parecía increible, me estaba excitando solo de las caricias en mis pies y sobre su paquete. En eso me dijo si podía besarme mis pies, pues le parecían muy lindos, le dije que si. El comenzó a lamer uno de mis pies, desde los tobillos y pasaba su lengua por abajo y luego por enfrente, lamió mis deditos y luego los fue chupando lentamente uno por uno, yo sentía la saliva caliente de mi papi y sentí ...

... que se mojaba mi chuchita de nuevo, se ponía como una sopa. Luego dejó ese pie y tomó el otro, hizo lo mismo y comencé a sentir cosquillas en mi vagina. -te puedes sentar en mis piernas de nuevo?- me pregunto mi papi. No contesté sino me puse encima sin decir nada, yo también estaba calientita. Sin embargo, me di cuenta que cuando me empecé a sentar encima de sus piernas, el bajó su boxer y me senté sobre su verga parada y dura, no me penetró, porque aun tenia mis braguitas, entonces mientras veíamos tv, el fue bajando mi bragas con disimulo. Me las llegó hasta las rodillas y luego comenzó a moverme encima de él. Yo también ayudaba un poco. Su pene se frotaba contra mi chuchita ahora sin nada entre ellas. Senti su dura carne rozarse contra mis labios vaginales que debieron estar mojaditos, porque me dijo al oído que estaba "mojadita". Estuvimos asi frotándo nuestros sexos como diez minutos, me estaba a punto de correr. Luego el metió sus manos debajo de mi blusón y tomó mis pechitos, uno con cada mano, me acaricio con sus dedos mis pezoncitos hasta ponerlos duritos e hinchados. Solo aguanté unos cinco minutos asi, y me corrí, gemí y casi grité, el me calló y yo misma me puse las dos manos en mi boca, sentí que algo bajaba por mi cosita. En eso el hizo un movimiento rápido y me depositó en el sofá donde estabamos, acostada. Vi que el me abrió las piernas con ambas manos y lo vi acercar su cabeza a mi chuchita. Cerré los ojos, sentí como su lengua tocaba mi sexo, primero los ...