1. QUE RICOS SON LOS VIEJITOS


    Fecha: 27/08/2017, Categorías: Gays Autor: Alonso70, Fuente: SexoSinTabues

    Pues no, en verdad que no, los comentarios son en su mayoría de gente elitista que busca romances o idilios duraderos, yo en lo personal, solo busco sexo, no importa el físico ni la edad, si son jóvenes, maduros, feos o guapos, no me voy a casar con ellos, yo solo me fijo en que tengan una buena herramienta entre sus piernas y que la sepan usar muy bien, pero conociendo a un adulto mayor me di cuenta que tiene otras cualidades, como la paciencia, la dedicación para hacerte sentir como una verdadera puta, el esmero que pone en cada caricia y en cada lamida, y justo hace poco más de un mes conocí a uno de estos viejitos en el cine porno al que frecuento ir, de entrada nadie da nada por él, ya que es un tipo como de 67 años, de más o menos 1. 70 de complexión mediana, y además usa bastón por que su rodilla izquierda no le funciona, normalmente no pregunto nombres, pero con el ya llevo 5 sábados seguidos, teniendo sexo de formas muy ricas y placenteras ahí en el cine, y fue hace 8 días que le pregunte su nombre, Rafael, Don Rafa, como le dicen cariñosamente los pocos tipos que lo ubican ahí. Todo comenzó hace unas cinco semanas atrás, era un sábado en la mañana llegue puntual a la hora que abrían el cine, de hecho fui el primero en entrar, pase directo al baño a quitarme la ropa de calle, y salí con un mallón negro pegadito y a la cadera, y arriba una blusita negra de manga larga, abajo del mallón llevaba tanguita negra y medias la muslo negras también, camine al rededor de la ...
    ... sala, y vi a pesar la escasa luz, a tres personas sentadas distribuidas por la sala y dos más en la parte de atrás justo donde esta una barda junto a la entrada, me detuve ahí, Rafa se acero y me empezó a acariciar las nalgas, yo para facilitarle las cosas, me quite de plano el mallón, quedándome en tanga y medias, el se despacho en grande, y comenzó a sobar mis piernas y mis nalgas, yo quería que se agachara y se comiera mi culito pero no lo hacía entonces camine hacia un par de butacas alejadas de la entrada, y ahí cuando vi que caminaba con ayuda de un bastón, nunca he discriminado a nadie por nada, así que deje que se sentara junto a mí, comenzó a besarme el cuello y a subir mi playerita chupaba deliciosamente mis tetillas y poco a poco me hacia entregarme a él en su totalidad, cuando de repente paro y se desabrocho su pantalón un pene de muy buen tamaño salió de él como impulsado por un resorte, puse las rodillas sobre el asiento de mi butaca y me acache a lamer y chupar ese pene delicioso que se me ofreció, en cada lamida lo metía hasta el fondo, no era monstruoso pero tampoco era pequeño tenía el tamaño ideal, no hacía que me provocara ganas de vomitar como otros penes enormes, pero tampoco sentía que no me llenara mi cavidad bucal, era un pene que se podía disfrutar sin sufrir al principio. Mientras estaba agachado lamiendo esa deliciosa herramienta él sobaba mis nalgas y de vez en cuando metía uno de sus dedos en mi culo, me lo daba a chupar para lubricarlo y después ...
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