QUE RICOS SON LOS VIEJITOS - Relatos Eróticos

QUE RICOS SON LOS VIEJITOS

... caderas, mientras yo trataba de exprimirlo contrayendo mi esfínter, me sentía tan caliente que le quite el condón a Rafa para sentir cuando se venía, un chorro de semen espeso y caliente se proyecto en mi cara, con una de mis manos embarraba su pene por todo mi rostro, y después lo metía en mi boca para limpiarlo, el tipo de atrás se incorporo y se fue dándome las gracias, yo no me vine, pero había gozado como pocas veces, ya más relajados Rafa me volvió a preguntar, ¿Te gusto? Me encanto papi, ha sido una de las cogidas mas deliciosas de mi vida, y después mirándome con ojos tiernos me volvió a preguntar, ¿Entonces si quieres ser mi novia? Me dio tanta ternura que no pude negarme y diciéndole ¡Siii! Tome su cara con mis manos y le di un beso largo y apasionado en la boca, hurgando con mi lengua y enredándola en la suya. Apenas este sábado pasado, mientras le mamaba la verga, me levanto de manera sutil y me dijo sabes, me encantaría comerme tu culito, vaya, pues a mí eso me fascina, pensé en mis adentros, pero con su condición de no poder doblar ambas rodillas se complicaba un poco, así que para complacer a mi viejito, me quite todo dejándome solo la tanga de hilo y la playerita, después dándole la espalda me pare frente a él mientras él permanecía sentado en su butaca, y así comenzó a besar mis nalgas y lamer la entrada de mi culo, haciendo a un ladito el hilo de la tanga, pero por mas que se estiraba aun le quedaba lejos mi hoyito, entonces decidí facilitarle aun más las ...

... cosas, y así como estaba dándole la espalda apoye mis rodillas sobre los descansabrazos de su butaca, quedando mi culo prácticamente pegado a su cara, él de inmediato huido su lengua en mi culo, ¡Wooowww que delicia, apenas la semana pasada le acababa de preguntar su nombre y en ese instante no dejaba de repetirlo, Rafa hoo Rafa, asiii Rafa, que rico me comes el culo Rafa, mmmm, maaas maaas que ricoo papacito, que rico me haces gozar, después de un buen rato lamiendo y chupando mi culito, se separo y me dijo dame un condón te quiero coger, de inmediato, me levante y saque un condón de mi mochila, se lo puse como siempre con mi boca, y cuando me iba a sentar en él, me detuvo y me dijo, no, quiero cogerte así de pie, híncate sobre tu butaca y así lo hice, puse mis rodillas sobre el asiento de mi butaca y recargue mi torso sobre el respaldo él se puso detrás de mi y sin contemplaciones hundió su verga de un solo movimiento. ¡Haaa haaa que duro esta! ¡No pares, por favor no pares! Empinaba mi culo y lo restregaba en su pelvis, el seguía embistiéndome, y el choque de su pelvis con mis nalgas producía ruidos como los aplausos, por lo que de inmediato empezaron a llegar los mirones, sentía manos en mis piernas y mis nalgas, también en mi espalda hasta que un par de tipos se pasaron a la fila de butacas de atrás con sus penes de fuera, tome uno con cada una de mis manos, y al sentirlos como a mí me gustan los empecé a lamer, alternándolos en mi boca, cada que podía gemía y pedía mas y ...