Empezó como un juego
Fecha: 28/08/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
EMPEZÓ COMO UN JUEGO
Historia de una infidelidad consentida y como lo que comienza en un juego, termina en una relación a tres aceptada por todos.
Hola amigos, soy un asiduo lector de historias eróticas y tras hablarlo con mi mujer me he decidido a contar la nuestra, esto que les voy a contar es una historia real y solo cambiaré los nombres de las personas que intervienen en la misma, primero os diré que formamos un matrimonio de 24 y 22 años ella y que todo comenzó a los dos años de casado, por motivos de trabajo nos trasladamos a vivir a Barcelona, al tener una niña de corta edad y tener que trabajar ambos, solicitamos la ayuda de mi padre, un hombre viudo, alto, rudo y jubilado de 60 años, el cual se traslado a vivir un tiempo a nuestra casa, para echarnos una mano y cuidar de la niña hasta que nosotros nos asentáramos en la nueva Ciudad.
A mi mujer la llamaremos Mari, con solo 22 añitos morena, ojos castaños, un par de buenas tetas, no grandes pero si duras y de punta, un culo repingón y a la que le encanta pasear en minifalda, mostrar sus piernas y sus nalgas bien pegadas a la tela, muchas veces salíamos a cenas, o fiestas e incluso en los paseos normales y yo me daba cuenta como los hombres la miraban con admiración, ciertas veces me gustaba alejarme de ella y mirar como la observaban, le decían cosas y a mi me excitaba el pensar que esos hombres la recorrían y la desnudaban con la mente, incluso se la cogían con la mente, mas de una vez algún hombre se toco ...
... su verga al mirarla. Esta fantasía se fue convirtiendo en una obsesión, al principio, cuando teníamos sexo yo no le decía nada, solo imaginaba el que alguien mas se la cogiera mientras yo los observaba, poco a poco la comunicación se fue abriendo. Un día mientras teníamos sexo de una manera demasiado excitante le comente al oído que tenia una fantasía, y que deseaba contársela, pero que no sabia como lo tomaría.
Ella me dijo que le contara que le susurrara al oído esa fantasía le comenté que me la imaginaba con otros hombres como la tocaban y verla como se la follaban, ella al principio se reía y no me hacía caso pero con el tiempo se acostumbró a mis fantasías y terminábamos con unos polvos bestiales imaginando que se la follaba otro, pero una vez terminábamos ella no aceptaba mis fantasías, pues decía que llegado el momento me echaría atrás y no la dejaría estar con otros, además de tener mucho miedo, pues no había conocido mas hombre que a mí y no le gustaría tener problemas después pues me amaba demasiado.
Yo le repetía que no pasaría nada, que solo era sexo y que nuestra relación no tendría que variar en nada, al revés seria un secreto entre los dos que nos uniría mas y así fueron pasando los días.
A los dos meses aproximadamente del comienzo de mis fantasías cuando una noche nos encontrábamos haciendo el amor, muy calientes ambos yo comencé con nuestras fantasías diciéndole al oido, "que me gustaría ver como otro hombre la tocaba, la besaba y que al final se la ...