1. Mi suegro ordeñando mi leche materna


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Dra.juliagarciasexy, Fuente: SexoSinTabues

    Mi esposo y yo pasábamos por una mala racha. Él había sido despedido del trabajo y yo aún no tenía mi consultorio en México. Nos acabábamos de regresar de México y mi hijo tenía meses de nacido. En México no teníamos casa y no teníamos suficiencia económica para pagar renta. Cuando llegamos a México de regreso, tuvimos que quedarnos por un gran periodo de tiempo en la casa de mi suegro Raúl. Que a pesar de ser un buen hombre, era algo pervertido. No me gustaba quedarme en su casa porque le gustaba espiar y luego ponía excusas para decir que no se había dado cuenta que había alguien en la habitación. Según él, estaba acostumbrado a deambular por su casa libremente, y cuando tenía invitados lo olvidaba en ocasiones. Antes de que nos fuéramos a vivir a Estados Unidos, y que perdiera mi esposo su trabajo; Vivimos por un tiempo con mi suegro y ahí fue donde me di cuenta que era un viejo rabo “verde” (rabo verde se usa para un hombre anciano que le gusta seducir u hostigar a mujeres más jóvenes). En ese tiempo cuando me duchaba el subía por las escaleras del patio trasero que deban a una pequeña ventana del baño y me espiaba por ahí. Yo trataba de bañarme a espaldas de la ventana para que no pudiera verme, pero aun así mi trasero quedaba al aire con mi cuerpo mojado por la cálida lluvia que salía de la regadera. Incluso logre a escuchar ruidos detrás de la puerta de nuestra habitación cuando mi esposo y yo hacíamos el amor. Yo estaba segura que el escuchaba detrás de la puerta ...
    ... mis gemidos y se excitaba con eso. Habíamos vuelto a aquel martirio de nuevo después de todo ese tiempo. Después de un viaje muy largo por carretera; porque no teníamos para pagar el avión llegamos a la casa de mi suegro en Nuevo León. Mi esposo entró a la casa atiborrado de maletas pesadas y yo entré a la casa con mi hijo en brazos. Mi suegro nos estaba esperando en el porche sentado en su mecedora. Era un viejo ya muy calvo. Le restaban algunos cabellos grises que peinaba de manera graciosa y una barba que picaba al roce. Era muy delgado y tenía una barriga de cervecero. Le gustaba mucho tomar casi todos los días, para mi sorpresa a pesar de su edad, nunca se había enfermado por eso. Su cuerpo funcionaba a la perfección y mi esposo me platicaba que aun salía con mujeres jóvenes. La verdad no tenía ni idea de porque unas muchachas tan jóvenes les gustaría salir con alguien como él, ni siquiera tenía dinero. Mi suegra había fallecido hace muchos años y él disfrutaba como un loco su vida de soltero. Mi esposo bajó las maletas y yo le di a cargar el bebé. MI suegro se acercó de inmediato a mí y me estrujo entre sus brazos con intensidad – ¿Cómo estas Julia? –preguntó mi suegro mientras seguía apretando mi pecho lactante contra el suyo. –Muy bien, muchas gracias suegro. ¿Qué tal le ha ido? – ¿A mí?, pues no me puedo quejar hija, me siento a toda madre. –Papá, te veo que estas muy bien de salud –dijo mi esposo mientras palmeaba el hombro de mi suegro con una mano y con la otra ...
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