1. Mi suegro ordeñando mi leche materna


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Dra.juliagarciasexy, Fuente: SexoSinTabues

    ... esposa tenía el mismo problema –dijo exaltado. –No me diga, ¿Qué era lo que ella hacía para liberar la presión? –Bueno, después de alimentar a mi hijo me alimentaba a mí. – ¿Usted bebía su leche materna? –pregunté sorprendida. –Así es, la bebía hasta dejarla seca. Lo que mi hijo no se tomaba lo hacía yo. –Pues tal vez sirva, pero a mi esposo no le gusta la leche materna. –Tal vez yo pueda ayudarte con eso Julia –dijo con una mirada profundamente pervertida. –No creo señor, yo no podría dejarlo hacer eso, no es correcto –dije sabiendo que él iba a proponerme algo así de sucio. –Anda July, déjame ayudarte, yo sé que estas en un sufrimiento grande. –Váyase por favor –dije rígidamente. Mi suegro se fue algo molesto y decepcionado por no haber logrado su pervertido deseo. La presión de mis grandes senos se hacía más grande conforme los minutos pasaban y me hacía pasar por un muy mal rato; la proposición absurda de aquel vejete ya no lo era tanto. María estaba en la lavandería en la parte de atrás de la casa tendiendo la ropa y algunas sabanas. Yo fui a tratar de ordeñarme en el baño pero la leche no salía parecía que mi pezón estaba obstruido, tal vez por algún calostro. Como una manera desesperada de remover mi dolor recurrí a mi suegro. Fui a su habitación en la segunda planta de la casa y estaba viendo televisión mientras se fumaba un cigarrillo. – ¿Qué es lo que necesitas Julia? –preguntó algo molesto. –Necesito que me ayude con mi problema señor Raúl –dije mientras sacaba ...
    ... lentamente cada uno de mis pesados senos por encima de mi holgado escote–. Al principio él no podía creer que eso realmente estuviera pasando. Lo digo porque se quedó inmóvil como por un minuto. – ¿Me va a ayudar o no suegro? –pregunté con muchos nervios. –El resoplo con fuerza y se levantó de su cama. –No te preocupes July, ahorita hacemos que se quite ese dolor tan grande de pecho. – ¿Qué era lo que usted hacía para ayudarle a su esposa? –quise saber. –Bueno primero, la masajeaba de esta forma –dijo mientras presionaba desde abajo mis pechos con ambas manos. –Uy, se siente muy bien, bastante relajante. –Ya ves, tú déjame a mí, para eso está la familia, para cuidarnos entre nosotros. Mi suegro comenzó a darme un masaje muy erótico. Sus delgados y arrugados dedos pasaban por encima de mis pechos haciéndome sentir los relieves de sus dedos con cada roce. Sus largas y esqueléticas manos se hundían entre la gran masa de mis senos haciendo erizar mi piel con su movimiento. Yo me mordía un labio mientras él seguía frotando y acariciando mi pecho. Los apretaba y apretaba pero lo leche no salía. Mi esposa también tenía calostros pero estos nada más salen chupándole fuerte. No me dio siquiera oportunidad de oponerme y comenzó a chuparme los senos, lo hacía como un recién nacido con dentadura postiza. A mí se me escapó un leve gemido mientras mordía mis labios para no volverlo a hacer. Mi suegro se dio cuenta de inmediato y apretó mis senos con ambas manos mientras se pasaba de succionar ...