1. Débora, la amiga recién separada de Elena


    Fecha: 29/06/2019, Categorías: Anal Autor: zorro_en_celo, Fuente: CuentoRelatos

    ... gemía como una prostituta lasciva y yo llegaba a lamer incluso su ojete y Débora ponía sus ojos en blanco de placer. Yo proseguía comiéndome ese agitado y caliente coño y giraba con mi cabeza dando lametones y lengüetazos circulares y eso a Débora le encantaba pues aumentaban sus vagidos, gemidos, vagidos y berreos e incluso los intercalaba con risitas. Reanudaba mi comida de coño y Débora seguía y seguía gimiendo y daba mil vagidos y gañidos de placer, estaba en un paroxismo y ya lo tenía muy ardiente. Casi le quité el tanga y me dispuse a follarla “¡oh!, ¡jodeme así, cabrón!” clamó Débora. Yo le estaba endilgando un rápido metisaca y ella chillaba y miraba como la follaba y tenía un orgasmo visual. Paré de hacerlo rápido y se lo empecé a hacer lento y la golfa de Débora vociferaba y gruñía de placer. Paré un momento y Débora se sobó el clítoris y me pidió que continuara. A la par que le daba "rabazos", ella se sobaba el clítoris con gozo y deleite carnal “¡jódeme así!, ¡jódeme cabrón!, ¡mátame de gusto, cabrón!” gruñía Débora.
    
    Retorné a darle rápidos "pollazos" y la guarra de Débora jadeaba y gemía como una cerda a la que estuvieran matando de gozo y deleite carnal. Saqué mi verga de su ardoroso coño y estaba pringado de mil cuajarones de flujos y ella gemía y berreaba de placer. Débora sobaba su clítoris y puso sus piernas en V y yo me subí encima de ella para joder más y mejor su bullente coño y que exhalara más gemidos y vagidos. Me aparté un segundo, momento ...
    ... que Débora aprovechó para volver a tragar y mamar mi dura verga como ella me hacía. Me dio diez chupadas y se quitó totalmente su vestido y me senté en el tresillo y ella a continuación y se clavó mi duro rabo en las profundidades de su caliente y agitado coño y comenzó a cabalgarme. Yo le movía su culo y le propinaba "azotitos" y eso le ponía cachonda y "salidorra”. Débora proseguía gimiendo y dando aullidos placenteros. Yo le agarraba su lascivo culo y no paraba de gemir “¡fóllame así cabrón!, ¡dame rabo!” gruñó Débora. Mientras se clavaba mi rabo en esta postura, le sacudía un poco la nalga derecha y eso le ponía más y más caliente.
    
    —¡jódeme así cabron! ¡fóllame!, ¡soy tu puta!, ¡Eres un cerdo! —bramó Débora.
    
    Yo ya estaba tirado sobre el tresillo y Débora me cabalgaba como una amazona y subía y bajaba y botaba con mi verga de semental dentro de su coño de zorra. Cambiamos de postura y Débora se puso a cuatro patas, subida al respaldo del tresillo y yo la follaba y Débora se sentía más descansada. Se la saqué del coño, para joderle bien el ojete y petarla duro para matarla de gusto y placer. Después de petarla duro y que Débora gimiera como una guarra, accidentalmente salió de su ojete y se la volví a encasquetar en todo el coño. Di rápidos pollazos a su coño y paré para darle lentos y bien profundos, Débora jadeaba como una guarra libidinosa “¡Aaasíii!, ¡Uugjh!” gruñó la zorra de Débora. Y continué dándola rápidos pollazos y la muy cerda reanudaba sus gemidos y ...