1. Con el papá y el hijo


    Fecha: 01/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: marielita, Fuente: CuentoRelatos

    ... quede solo con los tacones y senté al borde de la cama para ver a cada uno directamente a los ojos. Sin perder su mirada me puse de rodillas y mientras se quitaban lo último me puse a hacerles un oral mientras estaban parados. Hay algo en hacerles oral de rodillas que nunca falla con ellos, siempre que no me hagan tragarlo todo hasta el fondo y sobre todo cuando quieres mantener los ojos abiertos.
    
    Juanca no se aguantó más y me levanto como si fuera un trapo para dejarme en la cama con las piernas elevadas y cada uno empezó a lamerme los deditos. Ufffff nunca me habían hecho eso! Se siente riquísimo y sin que sean cosquillas. En que momento me quitaron los zapatos? ni idea... Valía la pena gemir con fuerza…
    
    No fue el único oral que me hicieron, primero tuve la boca del chico entre mis piernas mientras Juan Carlos metía su lengua al fondo de mi garganta, totalmente excitado porque podía apretar su miembro que latía solo... Pero de ahí entonces el chico ya se puso más activo porque puso su verga encima de mí para tenerlo dentro, con una fuerza que sin hacer daño me quitaba la respiración y su padre se sentó a un lado de la cama para vernos, a ...
    ... veces me apretaba las boobies y hasta se daba el lujo de darle instrucciones a su hijo, como “bésale allí, yo sé que le gusta…”, “apriétale las piernas”, “ahora déjamela un rato que quiero probarla”.
    
    Juan me volvió a dar vuelta y me puso en posición de doggie para poseerme, claro que su hijo no se quedó quieto: se sentó delante de mí para continuar con el oral que le había hecho antes. Se vino con una fuerza enorme! tenía hasta las pestañas pringosas pero no podía limpiarme porque el papá seguía dándome una y otra vez hasta que se vino y estaba llena de semen por delante y detrás, los hombros que resbalaba hacia la espalda y en el vientre.
    
    El morbo era muy caliente y nunca había estado con padre e hijo en mi vida! daban ganas de una ronda más, solo uno más con el chico pero ya muy rapidito ya que una nunca sabe si la señora de la casa volvía antes de tiempo y había que dejar la mejor impresión… podía repetirse alguna vez mas.
    
    Juan Carlos me llevo a mi casa con una mano entre mis piernas, sin dejar de decir que había sido lo máximo, que debíamos repetirlo. Este es tan loco que quizás el año próximo me pide hacerlo con el segundo de los chicos... 
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