1. El día que me comí a la mujer de mi jefe


    Fecha: 28/08/2017, Categorías: Gays Autor: Elsantito, Fuente: CuentoRelatos

    Tuve un trabajo en el cual estuve 5 años, aquel trabajo me dio conocimientos muy valiosos. Empecé desde muy joven en ese trabajo, tenía sólo 25 años.
    
    Mi jefe era un señor de edad avanzada, podía ser mi padre, tenía en esa época como unos 60, su mujer era menor que él por 10 años. Pienso que cuando se van a dar las cosas, la primera vez es determinante, y la primera vez que la vi, lo primero que noté fue que ella era menor que él. La vi como una mujer interesante, no era hermosa pero al ser extranjera porque ambos eran españoles, la hacía una mujer interesante. Pienso que uno de sus mejores atributos era sus grandes senos, no tenía nada de nalgas y estaba un poco gordita, pero ese par de senos grandes y el hecho de ser extranjera era suficiente.
    
    Yo siempre estaba con mi jefe todo el tiempo.
    
    Éramos un dúo inseparable, salíamos a lugares juntos por cuestiones de trabajo obviamente, yo lo apoyaba en todo. A veces me veía como su hijo, y al ser tan joven, si yo hacía algo mal me regañaba, y me levantaba la voz cuando se cabreaba, no me enojaba lo veía como un señor mayor y lo respetaba.
    
    Cuando era la hora del almuerzo se acordaba de su mujer y me decía: “vamos a buscar a mi mujer “
    
    Inicialmente nunca me fijé en su mujer como para tener algo con ella. Teniendo ella 50 años, podía ser mi mamá. No la veía como una pareja para mí. Además lo respetaba mucho a él.
    
    Cuando pasábamos a recogerla, ella era muy cariñosa y amable conmigo, me daba un beso en la mejilla y ...
    ... siempre tenía una sonrisa de amabilidad.
    
    Decía ”que delgado estás Javier” (nombre ficticio) y yo le respondía: “gracias señora Claudia (nombre ficticio) lo que pasa es que yo corro y hago ejercicios” además teniendo 25 años y siendo tan joven pues me mantenía delgado.
    
    Pero en mi inocencia nunca vi esos comentarios de ella como fuera de lo normal, la verdad.
    
    El marido de ella tenía una empresa recién establecida pero interesante y manejaba números interesantes y yo ganaba muy bien y eso me mantenía súper enfocado. Yo era el gerente y su mano derecha en todo. Iba a todas las reuniones importantes, ambos tomábamos decisiones.
    
    A veces íbamos a almorzar con la esposa, pero a veces estábamos en otras provincias o lejos de ella y él no podía invitarla a comer.
    
    Cuando lo dejaba en su casa, a veces me pedía que pasara, yo saludaba a su mujer, y siempre el mismo comentario: “que delgado estás Javier“. Y se reía.
    
    Yo seguía con mi inocencia o idiotez porque lo juro que hasta ese momento nunca sospeché nada.
    
    Recuerdo que un día el escuchó y se puso serio como que no le hubiera gustado, se enfadó y se lo hizo saber a ella.
    
    Siempre era lo mismo de que estaba delgado.
    
    Un día era la hora de almuerzo y mi jefe me dice: “vamos a recoger a mi mujer”.
    
    Como yo conocía el país, conocía los mejores restaurantes y fuimos a uno de esos.
    
    Elegimos una mesa con 4 puestos, yo los tenía a los dos enfrente.
    
    Ella me dice con una sonrisa: “que buen lugar has escogido Javier“. ...
«1234»