1. Como en los probadores


    Fecha: 06/07/2019, Categorías: Confesiones Autor: RAL80, Fuente: CuentoRelatos

    ... de su vestido y tras apartar el tanga me disponía a meter mi dedo corazón por su puerta de atrás, ella me miro sería y dijo:
    
    - eso no, estoy muy cachonda pero eso no.
    
    Al ver su disposición me la eché al hombro y mientras ella reía pícaramente yo abría una puerta tras otra, buscando una cama de matrimonio que habría de ser testigo de este acto de infidelidad, ya que los dos éramos casados. Una vez encontré la cama deposite con delicadeza a la joven sobre ella y después de besarla otra vez y acariciar sus caderas recogí la parte delantera del vestido sobre su cintura y después de ver que el tanga iba a juego con las medias lo deslice con suavidad hasta sacárselo por los pies, ella fue a quitarse las medias y le dije que no , que le quedaban muy bien, después acaricie sus preciosas piernas con la yemas de mis dedos y recogí un poco más el vestido para jugar con el dedo índice alrededor de su ombligo. Para finalizar los preliminares acaricie sus pechos buscando los pezones hasta que ella, después de haber liberado a mi polla de la cárcel de tela en que se encontraba recluida, dejo de acariciarla y movió su cintura hasta que los genitales de ambos se encontraron. Llegados a ese punto yo tenía la puerta abierta y sabía que aquella calidez que emanaba por allí abajo estaba dispuesta para mi así que entre sin pensarlo y con contundencia, pero pare en seco al ver que el gesto pícaro de su cara se tornaba en molesto. Después de que ella respirase varias veces como una ...
    ... parturienta la mire a los ojos y le dije:
    
    - esto ha de ser un acto consensuado, en cuanto me lo digas yo paro.
    
    En aquel momento note que el brillo regresaba a sus ojos, me dio un besito muy tierno y dijo:
    
    - despacito pero por favor... no pares.
    
    Con mucha delicadeza me tumbé encima de ella repartiendo mi peso entre las rodillas y los codos, luego empecé con mucho cuidado a meterme una y otra vez en el juego. Tras unos minutos note que ella ya gozaba e intente besarla pero cada vez que mis labios apuntaban a los suyos el beso se estrellaba contra mejilla así que me detuve un par de segundos para incorporarme y ponerme de rodillas entre sus piernas para poder admirar su belleza desde otra perspectiva, luego la agarre por las caderas y comenzamos de nuevo el vaivén de los dos cuerpos. Yo gozaba al ver como sus pechos temblaban a cada envite, como queriendo salirse de aquel vestido en el que estaban embutidos, acariciaba sus interminables piernas, disfrutaba del momento... pero anhelaba los besos que momentos antes ella me regalaba. Acercándonos los dos al culmen de nuestro encuentro ella me abrazo con las piernas y me sujeto por los hombros para impedir que me acercara a besarla, en aquel momento vi el placer que sus ojos derrochaban al no dejarme coger lo que yo deseaba pero aproveche la intensidad del momento para sujetar sus manos contra la almohada y robarle un beso en el mismo momento en el que me invadía el éxtasis de eyacular en su interior.
    
    Después de quedarnos los ...