1. En el cybercafé


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Gays Autor: capata, Fuente: xHamster

    Aquel día la reunión finalizó antes de lo esperado, mi viaje de trabajo había sido productivo y tenía toda la tarde a mi disposición ya que el vuelo no salía hasta el día siguiente. Comí y paseé por la ciudad, al no tener datos mi móvil entré en un Cyber para mirar mi cuenta de correo.El local estaba bastante desordenado, regentado por un chico árabe de unos veinticinco años. Pedí cambio, accedí a uno de los ordenadores dejando mi maletín en el suelo. No tenía mensajes urgentes que responder, ojeé la prensa y entré en todorelatos, leí algunos y me excité.Estaba tan absorto en lo mío que pegué un salto cuando una mano se posó sobre mi hombro. Era el dueño del establecimiento.Es la hora de la comida y tengo que cerrar.Lo siento no me he dado cuenta, discúlpeme, balbuceé, me levanté y salí.Salí del local muy avergonzado, estaba seguro que el chaval se había percatado del tipo de web que estaba visitando así como de mi erección. Entré en una pizzería a comer y pasado un rato exclamé: mierda el maletín, en ese instante recordé que me lo había dejado en el Cyber, tenía que recuperarlo ya que había documentación vital del banco.Volví pero estaba cerrado. Llamé a la puerta con insistencia hasta que el propietario abrió. ¿Qué ocurre? preguntó con cara de somnolencia y muy pocos amigos.Disculpe, contesté, he estado antes y me he dejado mi maletín aquí, me gustaría recuperarlo. Entré, mi maletín estaba al lado del ordenador que hacía un rato había manejado, menos mal me dije a mí ...
    ... mismo.El propietario del local se acercó y con un severo tono de voz comentó: no me gusta que la clientela deje los ordenadores encendidos, y menos que visiten páginas de contenidos eróticos, podrían infectarme con algún virus los aparatos.No se de que me habla contesté sonrojándome. Lo sabe perfectamente contestó y acto seguido movió el ratón del ordenador, la figura del salvapantallas desapareció dejando a la vista la web de todorelatos.Yo, yo no supe que responder totalmente avergonzado. Siéntese ordenó el árabe, siéntese y lea en voz alta para mí.Me senté y comencé a leer. El chaval se sentó a mi lado. Ud. está casado, ¿verdad?, me preguntó poniendo una mano sobre mis rodillas, puedo ver su alianza. No pude contestar. ¿Cuántos años tienes?, 46 respondí, vaya, vaya un madurito esto se pone interesante. ¿En que trabajas?, en banca balbuceé.Será mejor que cierre la puerta, estas no son joras de visitar un Cyber. El joven echó la llave y volvió a sentarse a mi lado. El árabe volvió a poner su mano sobre mi rodilla y continuó con su interrogatorio. ¿Y que hace un madurito trajeado leyendo relatos gays?, avergonzado bajé la cabeza sin poder contestar.Su mano comenzó a subir por mi pierna alcanzando mis muslos. Instintivamente, cerré las piernas pero la mano del chico quedó atrapada entre mis muslos. Continúa leyendo para mí, ordenó.Mientras proseguía con la lectura, el chaval se arrimaba cada vez más. Puso su boca al lado de mi oído y dijo: abre las piernas madurito. No pude ...
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