El síndrome del oso panda (9)
Fecha: 22/06/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Vero_y_Dany, Fuente: xHamster
... alegraron la vista.La segunda tampoco desmerecía nada. Algo más rellenita, pelo de un rubio oscuro que le llegaba a los hombros, enmarcando un rostro muy gracioso, de ojos intensamente azules. Camiseta “n” tallas más pequeña de su medida, que resaltaba sus dos grandes pechos, y otra minifalda vertiginosa, en su caso, ajustada.Los hombres, dignos de anuncios de esos de perfume varonil, uno de ellos con barba de tres o cuatro días, incluso. Los dos, vestidos con camisetas de tirantes y pantalones cortos, que resaltaban sus figuras “de gimnasio”, aunque sin exageraciones musculares.«¿Cómo co… demonios se las habrán arreglado Jorge y Sandra para “hacerse” con estos cuatro ejemplares? —me pregunté».Hubo presentaciones y besos en las mejillas. La chica de pelo negro del vestido suelto que me había gustado desde que la vi, era Carla, y su noviete, rollo o lo que fuera, Javi, (este era el de la barba de tres días) Los otros dos, Juani y Carmelo.Mientras Sandra, Vero y yo descargábamos el maletero y guardábamos la compra en el frigorífico, Jorge se llevó aparte a los otros cuatro. Imaginé que, al no saber de nuestra presencia, les estaba poniendo al corriente. Que es lo que hizo Sandra con nosotros.—Javi y Carla son nuestros amigos. Les conocimos en un club de intercambio de parejas, la tercera vez que fuimos, cuando ya estábamos a punto de marcharnos. Debimos gustarles, porque nos propusieron irnos a un privado nada más llegar, y fue un polvo memorable, os lo aseguro. ¡Vaya!, ...
... ¡jajajajaja! Se puede decir que ellos nos “desvirgaron” en esto del intercambio.»En cuanto a Carmelo y Juani, son amigos de ellos, y ya os dijimos que, al parecer, se “montan” fiestecitas en casa de una de las dos parejas, ya me entendéis.—¿Cómo debemos…? Quiero decir que no sé qué esperar… —murmuró Vero nerviosamente, algo ruborizada.—Bueno, la costumbre en el ambiente en que les conocimos es que uno de ellos, normalmente la chica, aborda a otra mujer y le propone echar un polvo, obviamente con las parejas cambiadas. Y no os puedo decir nada más, de manera que habrá que dejarles que de alguna manera tomen la iniciativa. Si los otros dos son como ellos, se trata de la gente con menos inhibiciones que conozco. De manera que, esperar, ver… y follar, ¡jajajajaja! —terminó Sandra con una risotada.Justo en aquel momento entraron los demás en la cocina. Éramos multitud, de manera que Jorge propuso enseñarles la piscina. Y hacia ella nos dirigimos.Nada más entrar, advertí que la famosa cristalera estaba perfectamente cerrada, señal inequívoca de que Sandra y su marido la habían preparado para la “fiesta”.Lo que no me esperaba en absoluto fue lo que sucedió: nada más entrar, Carla dio un gritito, se quitó el vestido por la cabeza, y corrió hasta el borde de la pileta, donde se despojó del mínimo tanga negro antes de lanzarse de cabeza al agua intensamente azul. Los otros tres la imitaron sin perder un segundo, con lo que hubo salpicaduras, risas y chillidos. El espectáculo de los cuatro ...