El Café Las Torres (Parte 1)
Fecha: 09/07/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Kurenai, Fuente: CuentoRelatos
... entonces invítame a esa reunión…”
―“Que dices?, este… no puedo es algo privado del local y…”
El señor Cortes interrumpió el tartamudeo de Mary diciendo:
―“Es usted escritora erótica, verdad?, Mary me había comentado de usted y seria todo un honor tenerla en nuestra reunión, si no es molestia para usted…”
Había sentido lo mismo que yo en los ojos del señor Cortés. A través de sus ojos sentí el erótico secreto que se ocultaba tras el local, y decido aceptar su invitación. Una de las meseras me entregó un uniforme como el que usan en el Café, y sin ningún pudor, me desnudé delante de todos dándoles la espalda, me coloqué el uniforme y noté que me quedaba perfectamente a la medida.
―“Te queda muy bien, Andrea” dijo una de las meseras.
―“Quedaste divina, preciosa” dijo la otra mesera.
―“Que tal, como te sientes…” dijo el señor Cortés
―“Me da mucha vergüenza, jejeje” contesté. ”Pero, esta ropa no está nada mal y el ambiente tampoco…”
―“Entonces siéntese ahí y mírenos…”
―“Disfrutaré haciéndolo…” contesté.
Comenzó entonces explicándome como hacía para sacar toda esa provocación que producían sus meseras, tomó a Mary del brazo y empezó a acariciar uno de sus senos, apretaba su pezón con una mezcla de fuerza y delicadeza que no había más que arrancarle gemidos de placer a cada momento. “Para empezar lo importante es ser consciente que te están mirando…” dijo Cortés. “Se trata de la seductora tensión que se siente al ser consciente que alguien la está ...
... mirando y mostrar su cuerpo ante los clientes, si le pones duro el pezón bajo la ropa, será muy consiente que la están mirando…”
“Por ejemplo, que la vea con solo el pezón derecho duro…” En ese momento Mary se agachó cubriéndose el pecho mientras yo reía, se veía adorable haciendo eso, mientras tanto Cortés seguía con su interesante monologo… ”Pero si se queda así, encogida por la vergüenza, tendrá entonces el efecto contrario”. “Una buena mesera ha de mantener una postura correcta con la espalda bien firme…”
Tal como iba narrando el jefe, Mary se emocionada de forma lasciva cada vez que sentía como mi mirada recorría su cuerpo y al mismo tiempo me iba excitando como si estuviese sincronizada con ella, ya empezaba a notarse lo emocionada que estaba yo.
En ese momento se me acercaron las otras dos meseras y dijeron: “Bueno, Andreita, tu podrías hacer el papel de cliente… examinemos el “Servicio al Cliente”. Mary se acerca a la mesa con una bandeja con tres tragos y nos saluda “Oh, ah, Bienvenidos a su Café Las Torres, muchas gracias por venir, cuando haya decidido lo que va a pedir, vendré a tomar nota…” Una de las meseras sentada a la otra esquina de la mesa toma el cenicero lleno de colillas y pide a Mary que lo cambie por otro, mientras Mary se acerca a recogerlo no puede evitar que su vagina roce una de las esquinas de la mesa y comienza a masturbarse con el borde.
“Que le ocurre, señorita Mary?, está usted frotándose en la esquina…” dice el señor Cortés mientras ...