1. Proceso se selección


    Fecha: 10/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Pimpollomaduro, Fuente: SexoSinTabues

    ... daño. · Lo siento, ja, ja, ja, . tenía que comprobar si valoras lo que estoy haciendo por ti. · Muy bien Arancha, lo estás domando como a un corderito. Este acompañante va a tener mucho trabajo de ahora en adelante, ja, ja, ja, . · Me has puesto muy cachonda y por tu culpa tengo mi coño empapado, ¿lo vés? No me gusta sentirme incómoda o sea que ahora vas a limpiar mi coño hasta que me sienta cómoda otra vez. Cogió mi pelada cabeza por la nuca y me pegó la cara a su mojado coño. Me hundió la boca entre sus labios genitales. Uuuuffffff, que bueno. Estaba muy cachonda y olía a hembra en celo. Para ir tanteando, comencé a lamer sus caderas desde la cintura hacia el coño con largos lengüetazos, siguiendo por el contorno de su coño, para llegar a sus labios carnosos y palpitantes. Recorrí sus labios de arriba abajo sucesivas veces y cuando la notaba retorcerse de placer en el sofá comencé a frotar y lamer su clítoris con admiración espiritual. Comencé a ayudarme de mis dedos para penetrarla, primero utilicé uno pero en poco tiempo ya podía introducir hasta cuatro. Movía los dedos al mismo ritmo que la lengua y sus movimientos de cadera. Había una simbiosis absoluta que provocó el único final posible. · Aaaaaaaaaahhhhhh, ooooooooooooohhhhh, ¡joder, que cabronazo el Manolito! Se corrió con semejantes convulsiones que no me dio tiempo a sacar mis dedos de su dilatado y húmedo coño, quedando atrapado entre sus piernas. Intenté sacarlos pero ella no me dejaba lanzándome una mirada de ...
    ... duelo. · Arancha, seguro que ha estado cojonudamente bien, casi me corro oyéndote, pero ahora, ya sabes, dale una buena ostia para que no se le suba el ego de macho. Estos pollos se creen que cuando nos corremos debemos alzarlos a los altares. ¡Ponlo en su sitio ya! · Maite me has leído el pensamiento. Manolito, ¿adonde te quieres ir? Ahora me vas a dejar tirada otra vez, ¿verdad?. Levanta la cara para que te la vea bien. Con sus dos manos primero limpió mi cara de los abundantes flujos vaginales y, después, la acarició con ternura y gratitud. Ipso facto, la expresión de su cara se transformó en dureza y crueldad, recibiendo una bofetada brutal que retorció todo mi tronco hacia un lado. No obstante, la mano no zafó de su coño, provocando una nueva posición ideal para recibir otro impacto. No se hizo esperar, llegó un segundo bofetón incluso más potente y certero que el primero pero peor que el tercero. · Aaaayyyyy, jooooodeeeeer, Aranchaaaaaaa, me haces daño. Mis intentos por defenderme con una mano eran en vano, además, la tía está fuerte de cojones e hizo de mi un auténtico pandero. · ¿Crees que te hago daño? Tú no sabes lo que es el dolor, cabrón de mierda. Ahora ya eres mayorcito para aguantar las ostias de la vida pero cuando una tiene 13 años la marca de por vida. Me quedé helado, no tenía réplica para ese argumento desgarrador. Arancha tenía toda la puta razón y yo no podía privarla de su venganza. Enseguida se dio cuenta de mi rendición y comenzó de nuevo a sacudirme ...
«12...789...»