¡Ahora me tomo toda la lechita!
Fecha: 11/07/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos
... lechita zorra, bien puta te quiero!, hacía que me moje como nunca. De hecho, llegué a mojar un poco el sillón con mis flujos, puesto que mientras se la chupaba con cariño y calentura, yo frotaba mi cola y mi vulva en el almohadón.
Pero de repente se quitó el pantalón para revolearlo. Casi hace mierda los floreros de una mesita ratona! Me levantó de los brazos y me arrodilló en el piso mientras me ladraba: ¡así no pendeja chupapija, ahora te vas a tomar la leche como una bebita buena, si a todas les gusta chupar la verga, y coger como putas, y que les peguen unas buenas culeadas, o no Mica?!
Desde entonces su pija entró en mi boca, y por más que forcejeara por rezagarme, me empezó a coger la boca re sacado, mientras me amasaba las gomas y me prohibía tocarme la concha.
Durante unos minutos se oía cómo tocaba la faz de mi garganta, cómo me llenaba de saliva y me costaba tomar aire. Cuando me la sacaba aprovechaba para eructar, abrir mis pulmones o para putearlo. Pero a él lo ponía más loco todo eso. Me castigó la cara con unos buenos azotes de pija, y no podía cerrar la boca por nada del mundo. Si lo hacía me pellizcaba las piernas, y como estaba borracho no medía su fuerza. Aunque me encantaba ver los moretones que me dejaba mi desobediencia.
Por momentos presionaba mi cuello, hacía como si me sonara los mocos con su pija cerca de mi campanilla, y me pedía que lo pajee con las tetas. De esa forma me daba una tregua para renovar mi oxígeno. Yo me moría por ...
... colarme un dedo en la vagina, pero tenía que conformarme con abrir y cerrar las piernas, como si aplaudiera con ellas, y creo que gracias a esa loca fricción tuve un orgasmo.
Sentí como si una descarga sísmica se instalara desde mi culo hasta el fondo de mi sexo, y no era capaz de resistirme a nada de lo que mi novio me hiciera.
Pronto me arrodilló sobre el sillón para darme unos chirlos en la cola, con las manos y su pija hermosa, y enseguida me acostó para garcharme la boca con mayor determinación.
¡chupá guacha, mamala toda cochina, dale que ya me viene la leche, quiero que siempre seas mi petera, todo el día turrita!, decía antes de que todos los temblores de su cuerpo se suelten al fin del equilibrio que lo mantenía de pie. Justo me había sacado la pija de la boca para lengüetearle las bolas, cuando me arranca el pelo y me abre los labios con dos dedos para calzar su pija entre ellos.
Casi se me cae encima mientras brotaba más y más semen de su precioso glande colorado, y él jadeaba apretando los dientes. Sólo se le entendía: ¡tragala toda guachita, comete mi pija!
Fue tanta la cantidad que me salía hasta por la nariz. Apenas vi que la pija le quedaba colgando y abandonaba poco a poco su firmeza, saqué la lengua para saborear las gotas que había en mis labios. Me ardía algo la garganta, pero estaba como en un trance divino con el sabor de la leche de mi macho recorriendo mi paladar.
Mi novio me miraba mientras acariciaba mis pechos, y entonces me ordenó: ...