1. El calvario de Luciana (3)


    Fecha: 12/07/2019, Categorías: Hetero Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... dijo:
    
    -Tus párpados pesan, Luciana, pesan cada vez más.
    
    -Sí… -musitó la jovencita.
    
    -No hay motivo para que luches por mantener tus ojos abiertos. Quiero que los cierres. -Luciana cerró sus ojos y la doctora siguió hablándole.
    
    -¿Te sentís mejor así?
    
    -Sí…
    
    -Bien. ¿Estás pensando en algo?
    
    -No,
    
    -Muy bien, quiero que no pienses en nada, Luciana.
    
    Después de unos segundos la joven dijo en voz muy baja:
    
    -No pienso en nada.
    
    -Quiero que sientas lo bien que te hace no pensar en nada.
    
    -Sí… me hace bien…
    
    La doctora había guardado el péndulo en su cartera y miraba fijamente el bello rostro de Luciana, que iba luciendo cada vez más distendido. Supo entonces que el nivel de hipnosis era ya el indicado para empezar a trabajar en la mente de la víctima, y lo hizo.
    
    -Luciana, a partir de ahora ya no vas a pensar. A partir de ahora tu único pensamiento seré el que te permita comprender lo bien que te hace no pensar.
    
    -Lo bien que me hace no pensar… -repitió la jovencita con voz apenas audible y su cabeza ladeada hacia su hombro izquierdo.
    
    La médica sonrió con expresión perversa.
    
    -Ahora que ya no vas pensar no habrá nada que te haga daño.
    
    -No habrá nada que me haga daño. –repitió la muchacha.
    
    -Todo daño surge de una idea, Luciana. Vos sufriste imaginando que estabas secuestrada y que Emilia y tu jefa te habían violado.
    
    El rostro de Luciana se crispó y entonces la doctora dijo elevando el tono de su voz:
    
    -Tenías esa falsa idea, ...
    ... Luciana.
    
    En el rostro de la chica la crispación se acentuó y al cabo de unos segundos dijo:
    
    -¿Eso no pasó de verdad?
    
    -No, pero decime qué sentiste al alucinar que Emilia y tu jefa te violaban.
    
    -Placer, disgusto y vergüenza…
    
    -Te dio placer lo que en tu alucinación te hacían.
    
    -Sí…
    
    -¿Y por qué entonces el disgusto y la vergüenza?
    
    -No sé…
    
    -Otra vez la idea, Luciana. Lo que te produjo vergüenza y disgusto fue la idea de que no está bien gozar con mujeres siendo mujer. A partir de ahora no vas a tener ninguna idea. A partir de ahora solamente vas a sentir. ¿Entendido, Luciana?
    
    -Sí, sólo voy a sentir.
    
    -Ya sea que estés con hombres o con mujeres no vas a pensar, querida, sólo vas a sentir.
    
    -No voy a pensar, solamente voy a sentir. –repitió la chica.
    
    -Vas a sentir y a obedecer, Luciana.
    
    -Voy a sentir y a obedecer.
    
    -Muy bien, pichona, ahora vas a ir despertando y cuando estés despierta te vas a sentir tranquila y vas a recordar todo lo que acabás de aprender conmigo y que quiero que repitas ahora mismo, antes de despertar.
    
    -Ya no voy a pensar, solamente voy a sentir y a obedecer. –murmuró la jovencita.
    
    “Perfecto”, pensó la médica y sus labios se curvaron en una amplia sonrisa de triunfo.
    
    -Soy la doctora Mónica, querida. Vas a recordar quién soy y cuánto te estoy ayudando a superar tus problemas.
    
    -Usted es la doctora Mónica y me ayuda. –repitió Luciana y poco a poco fue despertando, miró a la médica y volvió a cerrar los ojos.
    
    -Bueno, ...
«1234...7»