1. Una noche en el pub


    Fecha: 15/07/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... esa enorme polla. Solamente tenía la polla introducida en Jenni, las manos las tenía colgando y no la sujetaba, Jenni es quien cachonda perdida empujaba al chico para que la metiera hasta el fondo, pero éste tiraba para atrás haciéndola sufrir un poco más, aguantando el momento en que la penetrara profundamente, ya sabéis, la espera aumenta el deseo y así fue, cuando arremetió el chaval, Jenni comenzó a dar gritos ahogados de placer y éste no paraba de empujar una y otra vez. Jenni me miraba con cara de lo que yo interpretaba como pedir ayuda.
    
    Nada más lejos de la realidad, Jenni sacó mi polla de nuevo del coño de Dori, yo me dejé hacer,
    
    Y tirando de mi hacía intención de llevarme junto a ella.
    
    Solté a Dori muy a pesar mío y apartando a Jenni y al chico me senté en el taburete alto de espaldas a la barra, senté a Jenni de espaldas a mí sobre mis muslos, la levante con mis manos y la tabiqué el kófa, penetré en su culo hasta los testículos, alucinada se quedó entreabrió la boca para no poder decir nada. El chaval que no estaba dispuesto a perder su presa, buscó y trajo una caja de tercios de cerveza, la puso en el suelo, se subió en ella y metió su enorme polla en el coño de Jenni después de salivarlo y restregarlo con la punta del capullo.
    
    Ahora Jenni tenía tapados los dos agujeros por sendas enormes pollas, la teníamos emparedada, no podía aunque quisiera, moverse o salir de esta postura.
    
    Comenzamos rítmicamente a entrar y salir en sus oquedades en un ...
    ... trio de placer y desesperación inmenso, jadeábamos, soltábamos algún grito, apretábamos y ella disfrutaba como nunca lo había hecho.
    
    El chaval tenía hundida la cara en sus seños, dos tremendos senos que yo agarraba con ambas manos apretando para hacer más fuerza al penetrarla, aunque por su propio peso ya estaba hasta los testículos. Nos revolvíamos, jadeábamos, sudábamos y disfrutábamos de este momento inolvidable.
    
    El camarero, el otro chico y Dori, se habían cambiado de lugar, estaban encima de una de las mesas del local en la siguiente postura:
    
    Tenían a Dori tumbada encima de la mesa, el camarero de pie, la estaba follando pues había sacado levemente el culo de Dori fuera de la mesa, por la otra parte el muchacho le había metido una considerable polla en la boca estando de pie detrás de ella. Dori no tenía otra opción que chupar y dejarse hacer lo que ellos quisieran, que por otra parte le enloquecía la incertidumbre, de que iban a hacer con ella, le gustaba todo y estaba dispuesta a todo.
    
    De momento disfrutaba con la penetración vaginal del chico que arremetía contra ella suave pero eficazmente. Y saboreando esa considerable verga del camarero.
    
    Espectacular orgia teníamos montada cuando de repente se abrió la puerta de entrada, el jilipollas del camarero con la emoción se había olvidado de cerrarla.
    
    Rambo, si era rambo, acababa de entrar rambo en el local. Un policía con su gorra y su porra, que se quedó parado en la puerta perplejo por lo que estaba ...
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