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53.3 Primer contacto en Bristol
Fecha: 18/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... sobre su polla aún blanda y los testículos que reposaban en mi pecho. -Ponla en forma, está esperando tu boca. –continuaba apretando mis manos y fue aflojando las suyas dejando que yo actuara. La cogí y sentí la suavidad de su piel, comencé a pasar mis dedos por ella y metí el dedo índice por su prepucio para llegar a su glande, quedaba una falange y media cubierta por su piel antes de llegar a tocar la punta de la cabecita. Me gustaba muchísimo y no son normales los penes con tal cantidad de pellejo, ver como cuando se va llenando de sangre se va retrayendo hasta aparecer la punta del glande por el pellejo me dejaba boquiabierto. A Gonzalo hay que ayudarle siempre para que lo saque todo, entonces la vena tan marcada que lo riega queda ligeramente estrangulada al final del oscuro prepucio, que al estirarse, coge brillos nacarinos rojos, tirando a negros rojizos que dan ganas de lamerlos. Fue deslizando sus rodillas sobre la cama y su culo sobre mi cuerpo hasta que su verga quedó a un par de centímetros de mi cara, aspiré su fragancia y era mucha la tentación al tenerla tan cerca, saque la lengua y avancé hasta que entraron en contacto. Gonzalo miraba la operación haciendo pequeños movimientos para que su verga y mi lengua se tocaran y separaran en un curioso y erótico juego. Una de las veces metí mi lengua y llegó con su polla hasta mis labios, besé su glande y lo atrapé con ellos sin meterlo entero en mi boca, recogía con mi lengua el precum que le salía y la ...
... pasaba por su glande causándole escalofríos de placer. Gonzalo disfrutaba de ese juego y le producía sensaciones altamente placenteras, empujó y supe que deseaba que se la mamara de verdad y dejar el juego, flexionó sus rodillas para elevarse y buscar el ángulo de entrada en mi boca correcto, metió la mitad y cogí el fuste que no había entrado con mi mano, la otra la llevé a su culo que estaba al aire para acariciarlo y empujarle hacia mí y conseguir que me entrara más verga. Le masturbaba la polla que quedaba fuera y la otra parte la envolvía con mi lengua apretándola contra mi paladar, me follaba muy despacio y me encantaba notar todas sus rugosidades, sus venas y el delicioso tacto de su capullo en el fondo de mi boca soltando su dulce precum. Estuvo un rato así y no me atrevía meterle mis dedos sin estar ensalivados, no podía hacerlo porque tenía mi boca ocupada con su pene, se me ocurrió llevar la mano a su boca, me entendió y me mamó los dedos humedeciéndolos, despacio se los fui introduciendo y cuando los tuvo dentro los apretó muy fuerte con su ano, creía que se corría en ese momento y su cuerpo se estremeció metiendo más su polla en mi boca. Retiré mi mano de su tallo para que metiera lo que deseara de su pene, estaba preparado para recibir toda su polla y cogí sus huevos que golpeaban en mi barbilla, sujetó mi cabeza con sus manos y ahora empezó de verdad a follarme con ganas, le veía muy excitado por todas las sensaciones que recibía, de mis dedos en su ...