Mi madre y mi tía: gemelas cachondas - Relatos Eróticos

Mi madre y mi tía: gemelas cachondas

... llegar cual fue mi sorpresa, estaban ambas desnudas acostadas en la cama, ahí pude ver que mi madre estaba más chichona, de repente se despierta mi mamá, se tapa con una sábana y dice:

-qué pena hijo.

Así es que salgo de la habitación y me dirijo a masturbarme al baño.

Ya estando en mi cuarto entro mi tía, me empezó a besar, juntamos nuestras lenguas, así que me dice:

-acuéstate. -Empezó a mamar mi verga cuando ya la tenía dura se decidió a cabalgarme, tomo mi verga y se la fue introduciendo poco a poco, cuando ya la tenía dentro empezó a mover sus caderas al ritmo de las penetradas, no tardé en eyacular pues porque era mi primera vez, las sensaciones eran riquísimas, me dijo- Papi que rica verga -se levanta y de su vagina escurren nuestros líquidos, me dijo- sigue que rompas el culito amor, destrozarlo -se puso en cuatro en esa posición podía ver su gran culo, respiraba su olor a vagina y a culo.

Entonces tome mi verga y la iba introduciendo poco a poco, al mismo tiempo ella gemía cada vez que la metía, me gritaba “dale duro papi, siento como me partes en dos la panocha”, decidí meterle un dedo en el culo, empezó a gritar más y a moverse más también, así que no tardé en eyacular, cuando me vine me dijo: -no la saques cariño déjala que deje de salir tu semen. Cuando ya se la saqué tenía escurrido hasta el ombligo, me vine demasiado, ella se acostó y ...

... yo al lado de ella, la abrace y nos quedamos dormidos.

Cuando desperté ya no estaba mi tía en la cama, así que decidí bajar a la cocina y estaban ambas sentadas platicando, cuando llegue me dijeron “ya se despertó el hombre de la casa”, solo me puse a comer y me fui a mi habitación a ver chicas desnudas.

A la noche fue lo mismo, entro mi tía a mi habitación y me la cogí, eyacule dentro de ella.

Así pasó eso como una semana, yo me preparaba para follármerla, entró con una lencería rosa, poco a poco fuimos besándonos, nos desnudamos mutuamente, la sentía un poco tímida, cuando me chupó la verga sentía como sus dientes rosaban con mi glande, como si no se acordara como mamar verga, en cada embestida ella no gritaba como anteriormente, si no que se mordía los labios, así que la acomodé para que la penetración fuera más placentera, poco a poco fui metiendo mi verga, ella gemía, gritaba “así mi bebé, mi niño cogelón”, entre más rápido se la metía, ella gemía más hasta que ambos terminamos y ella dijo “ya eres todo un hombre”.

Ahí fue cuando me di cuenta que era mi madre a la que me había cogido, a los pocos minutos entra mi tía y dijo:

-ya ves que esa verga está riquísima.

Mamá le respondió:

-si deliciosa, espero y quedemos embarazadas de André para que solo sea nuestro.

Al poco tiempo me dieron la noticia que voy a ser padre, ambas esperan gemelos.