1. Una secretaria especial


    Fecha: 21/07/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: luli96, Fuente: RelatosEróticos

    ... estrecha.
    
    Luego de ese día todo mejoró, tanto mi relación laboral como la relación secreta que mantenemos, cada vez me atendía mejor. En lo sexual cada encuentro se pervertia más y además siempre me compraba regalos caros. Habíamos hecho todo menos algo a lo que me negaba, mi culito se conservaba virgen aun, a veces dejaba que jugara con su dedo en mi orificio pero solo eso. El hecho de pensar en tamaña pija dentro de mi culo me daba terror.
    
    Después de un par de meses se acercaba una fecha muy especial… mi jefe y amante cumplía 50 años. Que le podía regalar, si todo lo tenía. Su amigo Dante organizó una cena para el sábado donde iríamos los mismos de aquella vez. Así que esa semana solo me dediqué a calentarlo sin dejar que se satisfaciera para que esa noche estuviese como un semental.
    
    Al fin llegó el bendito sábado. Decidí vestirme mas sexi que nunca, un vestido rojo intenso muy escotado y con mi espalda descubierta, sin sujetador por supuesto, unos tacones que hacían que mi culito se parara más y el detalle mas sensual… una tanga blanca bien chiquita con un moñito rosa que quedaba justo sobre mi cola.
    
    No hay que ser un genio para saber cual iba a ser mi regalo de cumpleaños. Un peinado recogido que estilizaba mi cuello. Era toda una gata en celos.
    
    Ya lista y puntual como siempre Javier pasó a recogerme, bromeó un rato con mi padre y nos fuimos con la excusa de una cena de negocios. Llegamos al restaurante donde ya esperaban Dante y Adriana y al entrar ...
    ... prácticamente todos se voltearon a observarme, hasta Dante no me sacaba la mirada de encima sin percatarse que Adriano lo notaba… pero jamás pareció molestarle.
    
    Cenamos, nos divertimos, había una banda así que bailamos. Era una noche genial.
    
    Traté de evitar el alcohol porque quería estar bien lúcida en el momento de entregar “mi regalo”. Después de un par de bailes nos sentamos a descansar cuando le suena el teléfono a Adriana, al parecer una emergencia en el hospital donde trabajaba. Se disculpó y retiró de inmediato dejándonos con Dante a cuestas. Javier muy atento se ofreció llevar a Dante hasta su casa, ya que su mujer se había llevado el auto.
    
    Mi paciencia se agotaba. No veía la hora de estar a solas con Javier… llegamos a casa de Dante y él insistió a que bajemos a tomar unas copas, que tenía un whisky de no se que años. Lo que me importaba era que mi espera se prolongaba y mi deseo mas aún. Entramos a la casa y parecía un palacio… una gran sala con un sofá en medio muebles super lujosos y unas escaleras que llevaban a las habitaciones en la planta alta. Mientras se servían los tragos me retiré al baño para retocarme un poco, habré tardado unos 10 minutos. Al regresar a la sala pude dar cuenta de que se hablaban en voz muy baja y trataron de disimular lanzandome un piropo.
    
    D- estás hecha un angel Luli.
    
    J- pero con el vestido rojo me da mas a diablilla.
    
    Yo- basta señores que me hacen sonrojar.
    
    Exclamé después de sentarme junto a Javier. Dante se disculpó ...
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