JANINA
Fecha: 23/07/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... enamorada de vos y quiero que seas el primer hombre en mi vida… Mientras decía estas palabras la joven levantaba su remera y su sostén exhibiendo ante mis ojos sus jóvenes y virginales pechos, ofreciéndomelos. Qué haces? Estás loca? Recriminé su accionar haciendo que los cubriera de inmediato, era una locura, que le diría a su padre? a mi esposa? a mis hijos? que una mocosa quinceañera estaba acosando a un tipo como yo? veinte años mayor? que no tenía dinero, ni pinta, ni nada para ofrecer… sonaba poco creíble… En silencio, sin decir nada cambié de trabajo en forma urgente, sin dar excusas, ni motivos, solo ella y yo lo sabíamos, debía cortar de raíz ese problema y así lo hice, nunca más los volví a ver ni supe nada de ellos, ni de mis ex amigos, ni de mi joven enamorada… Pasaron siete años, un día como cualquiera viajaba en el ómnibus, en un recorrido habitual para mí, me llamaría la atención una joven que subiría unas cuadras más adelante, una rubia platinada de cabello sumamente corto, de nuca rapada, con unas enormes gafas negras que cubrían casi todo su rostro, con su piel extremadamente bronceada, escuchando música con auriculares, mascando chicle se paró cerca de donde estaba porque no había más lugar, mirando al otro lado. Como macho que soy no pude con mi instinto de centrar mi mirada en su trasero que estaba a centímetros de mi cara, parado, regordete y exuberante, demasiada carne para el resto del cuerpo, lucía un jean celeste demasiado apretado, de cintura ...
... baja, tan baja que intuí que comenzaba en el mismo lugar donde comenzaba la raya de su trasero. Percibí dos detalles que seguro que ella ni se había dado cuenta, por arriba de la cintura del pantalón asomaba la marca de su piel blanca dejada por un evidente diminuto traje de baño, además de una cola less rosa que asomaba dejando poco que imaginar. En un momento ella notó la situación, subiendo el pantalón con sus manos y cubriendo la tanga, pero minutos después, naturalmente volvería a ‘desacomodarse’ para mi beneplácito. El destino haría que se desocupara el asiento que estaba a mí lado y la joven tomara el lugar, al verme, sacó sus lentes, sus auriculares y exclamó: Ramiro! sos vos!!! no me digas que no te acordás de mi!!! Solamente por sus ojos descubría a Janina, diablos! que cambiada estaba… que pedazo de mujer!. Platicamos en el resto del viaje, recordando viejos tiempos, ninguno de los dos hizo mención a lo ocurrido aquel día en el galpón. Cuando bajé ella vino tras mis pasos, intuí que no era su parada, solo estaba esperando el momento, no despedimos, entonces me tomó del brazo y dijo: El destino vuelve a juntarnos, ya no serás mi primer hombre pero sigo enamorada de vos, no me rechaces nuevamente… Dicho esto me dio un enorme beso boca a boca, lengua a lengua dejándome una tarjeta con su número de teléfono para despedirse definitivamente. Ahora la situación era diferente, Janina era toda una mujer, a su padre hacía tiempo que no lo veía y estaba dispuesto a tener una ...