Marcela y Carolina
Fecha: 30/08/2017,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos
Ese miércoles, me desperté como los últimos 7 días, es decir en la cama de mi novia, acompañado por su hija.
La noche anterior, como las últimas siete noches, habíamos mantenido relaciones, donde no solo realizamos sexo oral y vaginal sino también sexo anal.
Carolina, la casta Carolina, había resultado tener un culo tan goloso como el de su madre.
Cuando ya cansados de sexo decidimos dormirnos, le volví a ensartar la verga en la concha ¡y aún estaba dura en su cuevita! Recuerdo que, entre risas, después de hacérmela parar con una chupada de novela, me dijo “Métemela así estoy unida a vos y no me caigo”, a lo que también riéndome le dije “Me parece que me lo pedís porque te gusta la pija, porque es harto difícil que te caigas de esta cama King Size y ella, riéndose, me dijo “¡Te diste cuenta!”. Obvio que lo hice ¿Cómo me iba a negar?
Esa noche, yo había tenido dos orgasmos y Carolina ocho, en eso también había salido a Marcela, era multiorgásmica.
Si bien por lo general, cuando yo me levantaba, no la despertaba, ese día sí lo hice, pues ese sería el último día en que nos despertaríamos juntos, pues esa tarde retornaría su madre desde los Estados Unidos.
No bien abrió los ojos, se dio cuenta que mi verga estaba en su concha y me pregunto “¿Se te hizo tarde?” a lo que yo le pregunte por qué me lo decía y ella me dijo “Porque no querés perder tiempo, ¡ya me clavaste!” y riéndome le dije “Sí, ya te quiero clavar pero esta clavada es desde anoche, porque si te ...
... ensarté ahora no me di cuenta”. Me dio un profundo beso y me dijo “No importa cuando me la metiste, ¡Hagámoslo!, pues hoy regresa mi madre, y ya va a ser difícil que podamos coger, además te tenés que recuperar y tener leche para esta noche porque seguro va a venir con ganas de cogerte” y riéndonos, abrazados y unidos, dimos unas vueltas sobre nosotros mismos.
Luego de un rato y ya habiendo logrado dos orgasmos ella y uno yo, le dije que me iría a bañar a lo que ella me dijo “¡Anda! Yo mientras tanto preparo el desayuno”,
Cuando baje, ya bañado y cambiado ella estaba, desnuda, sentada a la mesa, con el desayuno ya servido. Ese día había encontrado la leche para preparar el café con leche y, cuando se lo hice notar, me dijo “Hoy ya te ordeñe” y riéndose agregó “Además acordate que tenés que estar cargado para esta noche” Coreé su risa y apenas me senté, tome mi café, comí un par de galletitas y salí hacia la oficina, diciéndole “A las 4 vengo a buscarte, estate lista que a las 6 llega tu madre”, ella se cuadro, como si fuese un soldado y me dijo “A la orden mi capitán”. Le di un beso atrayendo su cuerpo hasta pegarlo al mío y luego me fui.
A las 1600 hs estuve de regreso. Ella ya me estaba esperando, por lo cual rápidamente salimos de su casa rumbo a Ezeiza. Bromeamos sobre sexo durante todo el viaje y cuando pasamos el Mercado Central, me puso su mano izquierda sobre la pija y exclamó “¡Cómo la voy a extrañar!”, Yo puse mi mano derecha sobre su concha y le dije “Ya ...