Fuegos de Pasión I
Fecha: 23/07/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos
Me despierto y es un día como cualquier otro, no hay nada de especial en esta mañana… bueno, sí, esta noche no me acompaña ninguna prostituta, se ve que ayer por la tarde me bajé cansado del barco. En fin, ya conocía Roma, el “Centro” del mundo; París, el “Corazón” del mundo y Berlín, el “Cerebro” del mundo; pero me intrigaba por qué mis amigos llamaban a Buenos Aires el “Ombligo” del mundo, así que embarqué en Cádiz rumbo al Mar del Plata.
A veces detesto estas costumbres, pero tomando en cuenta que acá es verano, aunque mi natal España sea invierno, supongo que debo meterme en esa tina y lavarme un poco, así que mejor me levanto. Puedo notar cómo mi cuerpo, desnudo bajo la sábana, ya había despertado y como no compartía la habitación con nadie en el hotel, pude levantarme sin pudor alguno y dirigirme al espejo. Una vez frente al enorme espejo de cuerpo entero pude observar mi cuerpo, esbelto, casi lampiño si no fuera por ese caminito de vellos desde mi ombligo hasta mis genitales, un cuerpo normal, según había visto en mi entorno: chicos guapos sin muscular por falta de deporte o ejercicio, que era totalmente innecesario en los jóvenes aristócratas como yo, así que aunque no era nada excepcional, no estaba mal, al menos para mi gusto, yo me siento guapo, pero bueno, totalmente despeinado y con cara de sueño no era muy atractivo, por lo que me metí en la tina con el agua tibia y me lavé el sudor del día anterior, dejando mi cuerpo totalmente limpio y me dispuse a ...
... vestirme, ese día sólo tenía pensado dar una vuelta por la ciudad, de modo que elegí una simple camisa blanca, un pantalón claro y un sombrero panamá que compré en el puerto para no usar mi tan llamativo sombrero cordobés y no llamar tanto la atención por acá. Ya elegida mi ropa, la coloqué sobre mi ropa interior y ajusté mi pantalón con unos tirantes, no era idea que se me cayeran a media calle.
Bajé al comedor del hotel y pude ver que mi elección había sido la correcta: todos vestían colores claros, no es para menos con este calor, es que ni parece diciembre, al menos no el que yo conozco. Pronto me sirvieron el desayuno, pero no pude entretenerme mucho con él, ya que en cuestión de minutos llegaron: una pareja que conocí hace mucho en el Nationaltheater München, el Teatro Nacional de Münich, cuando fueron a cantar una famosa ópera que se estrenaba por todo lo alto, son unos grandes chicos, más cuando la joven Daniela toca el piano y el joven Sebastián canta, son una gran pareja, como músicos y como matrimonio, la verdad es que se ven muy bien juntos y me encantó cuando pude saludarlos después la función y me ofrecieron hacer de guías cuando tuviera la oportunidad de visitar Argentina, en cuanto me decidí, les envíe una carta y ellos me buscaron el hotel y vinieron para acompañarme en este primer día, la idea era recorrer el centro y almorzar en su casa, que aunque son salteños viven en pleno centro de Buenos Aires, así que todo estaba resuelto.
Desayunaron conmigo y luego ...