Fuegos de Pasión I
Fecha: 23/07/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos
... salimos a recorrer la ciudad, sé que debería estar atento a lo que me mostraban mis anfitriones, pero caminando por el Puerto hubo algo que me atrajo sobremanera: un chico muy lindo, iba vestido como todos, con ropa clara y fresca por el calor, pero en lugar del sombrero llevaba una boina gris, lo que significa que no es alguien acostumbrado a los lujos, se ve que es un chico trabajador, mi embobamiento fue tal que Seba (tuve el atrevimiento de llamarlo así y él encantado) me tuvo que halar del brazo para que dejara de estorbar el paso de los demás peatones, entonces Dani (también le gustó que tuviera la confianza para usar un diminutivo con ella), Dani miró lo que miraba y me dijo que se llamaba Rafael y daba la casualidad que era el mensajero de la casa de su madre, era un chico de unos 18 años que caminaba elegantemente y que no le interesaba nada más que cumplir con su deber, tenía una gran presencia, se veía que bajo su vestimenta de mensajero se ocultaba un cuerpo muy bonito y varonil, pero totalmente lejos de mi alcance, sin embargo, Dani pareció entender lo que pasaba en mi cabeza y me dijo “Rodri, no pienses en eso, yo me encargo”. Finalmente, Rafael dobló una esquina y lo perdí de vista, Seba creyó que hablábamos de una tienda de ropa que había gusto enfrente de dónde estábamos, pero no pensamos contradecirlo.
Terminamos comiendo en casa de los padres de Dani y pude ver a Rafael de nuevo cuando llegó a entregar unos documentos firmados al señor de la casa, ...
... entonces Dani le llamó y le dijo algo al oído, él respondió que por favor le diera los detalles después y que él podría hacer la diligencia por ella. Fue un momento tenso, porque eso significaba que Dani quería conseguir algo indebido, pero ella lo resolvió diciéndole a su padre que simplemente prefería no hacer esa diligencia por la noche porque debía cruzar una zona peligrosa, así que sus padres y Seba se tranquilizaron y todo siguió como antes, después de los postres, Seba y yo nos dedicamos a dar un paseo por el jardín mientras fumábamos un puro y dejábamos que Dani negociara con sus padres algunas cosas relacionadas con el negocio familiar y poco después nos encaminamos a una cafetería cercana donde buscamos cómo sobreponernos al calor infernal de este día, cosa que conseguimos de momento, luego me llevaron a la embajada española para registrar mi llegada y verificar si tenía correo pendiente, pero no tenía nada, por lo menos había traído suficiente dinero, además que pensaba concretar algunos negocios que me darían el capital necesario para mi próximo destino: Venezuela. Así que por ahora no tenía de qué preocuparme. Después de la comida en casa de sus padres y del mate, les correspondí la cortesía invitándoles a cenar en un elegante restaurante que recién inauguraban en la Recoleta y pude darme el lujo de invitarles a todo lo que quisieron, la carne más fina, el vino más selecto, la mejor mesa del lugar… nada más porque era mío.
Por fin nos fuimos a dormir, ellos a su ...