1. Hago lo que sea por una pija


    Fecha: 29/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... caquita en la pija nena!
    
    Yo me escupía toda, gritaba aunque el tipo me tapara la boca con su mano, me apretaba las tetas y me pajeaba. Pero pronto Sonia estaba arrodillada sobre mí para comerme la vagina y los huevos a su marido.
    
    Como si eso no fuera demasiado, la pija del Piti comenzó a entrar y salir de mi boca con unas envestidas con las que fue todo un logro no vomitar como una guanaca. Además quería que le chupara el culo y le escupa las bolas.
    
    Sonia seguía reproduciendo mis jugos vaginales con su boquita y Rodrigo no detenía su vigorosa pasión al darme más y más pija por el orto, cuando el Piti me mea las tetas.
    
    Rodrigo entonces le pide a su esposa que se ponga la bombacha y se arrodille en el pasto, que le chupe la verga a su hermano y que no intente nada. El Piti empezó a darle por la concha onda perrito, y yo gritaba porque el tipo ahora me zarandeaba, pellizcaba mis tetas, me pegaba y me pajeaba, sin sacarme el pito de la colita. Lo terrible era saber que Rodrigo le pidió a su cuñado que se garche a su mujer!
    
    Entonces, cuando vi un claro en mi mente, me escapé de los brazos del tipo y corrí para que me atrape. No le fue muy difícil reducirme junto a un árbol, ya que él estaba con zapatillas y yo descalza.
    
    Me hizo treparlo hasta llegar a unas ramas firmes, y quiso que me cuelgue de ellas. Creo que le excitó que me tirara unos pedos desde allí.
    
    Luego me pidió que baje con la lengua afuera, y que al mismo tiempo me masturbe y me escupa las ...
    ... tetas.
    
    Una vez que mis pies tocaron tierra, descubro que a nuestro lado el Piti le daba pija a la concha de Sonia, solo que ahora ella lo montaba y le pellizcaba las tetillas.
    
    Rodrigo me hizo abrazar el árbol, sin importarle los raspones que me hiciera en las gomas nme inmovilizó con su cuerpo para cogerme el culo otra vez. Ahora él mandaba porque me sometía, y yo no podía moverme siquiera.
    
    ¡haceme cacona en la verga perra, te gusta cómo te cojo? Querés más pija guachita? Sos puta, te encanta andar toda culeadita no? Meate de nuevo, y cagame la pija mami!, me decía el hombre mientras me apretaba el cuello y y me daba algunas cachetadas.
    
    Me dolía la garganta porque no me dajaba gemir, y envidié a Sonia que pegaba unos alaridos deliciosos arriba de su hermano.
    
    Por eso, creo que por la bronca de no poder hacer nada, me zafé por unos segundos de la dictadura de sus brazos. Pero apenas me manoteó me cogió la conchita de parado, mientras la mujer que no paraba de saltar sobre el Piti me sostenía de la cola.
    
    Cuando Rodrigo se cansó me alzó en sus musculosos brazos y, apoyando mi espalda en el tronco del árbol, consigue cogerme la conchita con mayor profundidad, ya que sus manos me sujetaban por abajo. Me encanta sentir esa pija crecer en mi vagina, mientras veo cómo el Piti en el suelo le hace el culo a Sonia, que no evita sus gritos como los de una loca, además de confesar que su marido nunca anduvo por ese agujero.
    
    Por momentos lagrimeaba de dolor, pero también de ...