Atrapado entre gigantas segunda parte - Relatos Eróticos

Atrapado entre gigantas segunda parte

Después de agarrar la ropa camino hacia su cuarto, lo peor fue atravesar el pasillo entre las recamaras, ya que al ser de mármol estaba muy frío y muy duro, pero ella no me sintió y siguió caminado. Al llegar a su recamara se sentó en la cama y se puso las pantis, yo creía que iba a pasar todo el día a los pies de esta hermosa jovencita, pero antes de ponerse las medias se quito la suciedad de la planta de sus pies y a mi también, por lo que al caer creí que moriría pero caí dentro de sus medias, y ella se las puso sin saber que llevaba a un invitado dentro de ellas. Al terminar de ponérselas vi que quede a la altura de su pantorrilla, como las medias eran de color negro semitransparente, casi no me veía, pero yo veía todo el exterior muy bien. Ella se reviso en el espejo y vio un pequeño bulto en su pantorrilla izquierda, y pensó que tal vez era una mota de pelusa y no se molesto en quitársela. Entonces fue por una camisa que había seleccionado y pensé que usaría falda, pero al ver que seria un pantalón y además se veía que le quedaba ajustado, decidí actuar y me empecé a mover hacia arriba, pero al hacerlo, vi que su mano se aproximaba hacia mi, entonces ella jalo la media para deshacerse de lo que ella pensaba que le picaba, mientas hacia eso, levanto el pie y yo caí hasta quedar justo entre sus dedos, entonces ella, al ya no sentir nada, se dirigió al closet por su blusa, y pantalón y cada paso que daba era algo aterrador para mi. Sentir todo ese peso sobre mi ...

... espalda era agobiante, pensaba cuando moriría aplastado por estos gigantescos dedos, además cada paso que ella daba para mi era como si avanzara cientos de kilómetros, era increíble como algo tan grande se podía mover con tanta rapidez, creí que mi estomago no lo soportaría mas, pero ya no sentí movimiento alguno, y aun deberia encontrar una forma de salir de este predicamento sin que Karina me sintiera porque de lo contrario, pensaría que soy un insecto y me aplastaría. Súbitamente me eleve a una velocidad increíble, sentí que estaba dentro de un cohete espacial iniciando el despegue, pero era solamente que ella había levantado el pie para ponerse sus pantalones, yo creí que pasaría todo el día atrapado dentro de sus zapatos y entre las pantis y sus pies, pero un golpe de suerte cambiaria eso. A punto de comenzar a colocarse sus botas, timbró el teléfono y como Evelyn estaba bañándose, Karina corrió a contestar, ya que el único teléfono que tenían estaba en la sala, así que salió corriendo, yo pensé que ahí quedaría muerto, pero gracias a mi posición en el arco de su pie, fue que solo me sacó el aire y el mareo por el movimiento tan repentino, ella contesto, y por lo que alcancé a escuchar era alguna amiga de la escuela. Después de que termino de hablar, regreso a su cuarto, y al entrar a el, siento que cerca de mis pies, algo jala sus medias, algo con gran fuerza, pero para ella quizás no sintió nada pero para mi era mi oportunidad de escapar de mi prisión de seda. Al seguir ...