1. La historia de Claudia (3)


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    A partir de la lectura ocasional de un relato en internet y de la impresión que ese texto le provocara, Blanca había seguido buceando en el BDSM, interiorizándose de la amplia gama de posibilidades e intensos placeres que la dominación de una persona por parte de otra era capaz de brindar.
    
    Fue adquiriendo un valioso conocimiento teórico y esto, unido a lo vocacional y a su pasión por el spanking, había hecho de ella una dominante con todas las letras.
    
    Antes de empezar a azotar a Claudia siendo su mucama, se daba el gusto frecuentemente con dos sobrinos, hijos de su hermana, una nena y un varoncito muy malcriados a los que quería mucho, pero, a la vez, nalgueaba sin vacilar cuando le sacaban canas verdes siempre que los tenía a su cargo. Su hermana era una mujer de carácter débil a la que Blanca había convencido de lo efectiva que resultaba una buena paliza en la cola para persuadir a los niños de que debían portarse bien, de manera que así actuaba ante cada travesura de sus sobrinos cuando la madre se los dejaba en su casa.
    
    Claudia había sido en aquel entonces "la frutilla del postre", pero ahora sería un manjar completo y apetitoso con el que ya había empezado a deleitarse.
    
    La joven, por su parte, seguía impresionada por el giro imprevisto que habían tomado los acontecimientos. En el taxi que la llevaba a su casa después de haber estado con Blanca, pensó una vez más en terminar con la historia, en alejarse de ella, pero la imagen de esa mujer, el tono ...
    ... autoritario de su voz, la maestría con que la había azotado obraban como cadena indestructible que la mantenía sujeta a ella.
    
    Lo primero que hizo al llegar a su casa fue ir hasta el espejo, bajarse la minifalda y la bombacha y mirarse las nalgas aún enrojecidas por los rebencazos. Ese espectáculo había constituido siempre para ella un factor de excitación extrema, desde los tiempos en que la azotaba su madre.
    
    Comenzó a respirar con fuerza y los ojos clavados en ambas redondeces hasta que con ágiles movimientos de sus piernas dejó la bombacha y la pollerita en el piso y corrió al dormitorio donde se masturbó frenéticamente sobre la cama con la imagen de Blanca en su cabeza.
    
    Más tarde, ya saciada, se dio una ducha y volvió al dormitorio dispuesta a acostarse, pero en ese momento su celular, que había dejado en la mesita de luz, le dio el aviso de que tenía un mensaje de texto.
    
    "Te espero acá el viernes a la noche mi esposo se va a cazar con amigos y quiero tenerte todo el fin de semana".
    
    Con dedos que temblaban sobre el teclado contestó: "allí estaré señora", y le costó mucho dormirse.
    
    Al día siguiente, miércoles, estaba en una entrevista con un cliente cuando sonó su celular:
    
    -¿Dónde estás, mocosa? –dijo la voz de Blanca.
    
    -Perdón un momento, por favor... –se excusó Claudia ante el comerciante de artículos de iluminación que le hizo un gesto condescendiente y aprovechó la pausa para pedir a su secretaria que trajera dos pocillos de café.
    
    -Estoy con un cliente. ...
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