Indiscreción
Fecha: 04/08/2019,
Categorías:
Humorísticos
Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos
... dormir.
Rosaura dudo un poco, pero la realidad es que deseaba quedarse a su lado, estando solos todo podía suceder. De momento se sintió apenada por sus torcidos pensamientos. Pero no estaba dispuesta a hacer lo que no deseaba.
—Ya es muy tarde además debes cenar algo.
Héctor no deseaba cenar, pero no quería sonar cortante.
—solo un vaso de leche fría.
Rosaura acudió a la cocina y le trajo el vaso de leche. Héctor la bebió de un sorbo. Después se quedó mirando a Rosaura esta se sonrojo al darse cuenta que había robado su atención. Rosaura se levantó a recoger el vaso y al estirar la mano Héctor la tomo y la mantuvo sujeta. Fue momentáneo como estudiando el terreno. Todo el día había hecho planes para el momento de estar a solas con su mujer. Ahora todos sus planes se habían hecho talco. El mundo es de los audaces y quizá el destino le había puesto a Rosaura en el lugar indicado. Total, si no aceptaba le suplicaría que no le dijera a su mujer, pero si aceptaba menudo agasajo se iba a dar. Voy a poner mis cartas sobre la mesa, voy a descubrir si es cierto que esa puchita se anda mojando por mi culpa. Para ser galante, Héctor le sobraban argumentos. Una copa de Martini tal vez. ¡Claro! Eso era lo que le esperaba a Rosaura al regresar de la cocina. Una melodía suave, la sombra de tu sonrisa de Engelbert Humperdink. Si desde luego, luz tenue, y acercamiento disimulado. La mano de Héctor estaba estirada con la copa servida.
—ven cuñadita charlemos antes de ir a ...
... la cama.
Esta fue una frase con mensaje subliminal, que Rosaura capto al segundo. Su corazoncito dio un vuelco dentro de su pecho. No fue precisamente una charla, fue un intercambio de miradas ardientes de deseo. Luego de dos copas. Héctor yacía de rodillas frente a Rosaura, besando sus manos, en un ritual de adoración que a Rosaura transportaba a las nubes. Su largo cabello sobre su espalda, mirada fija en aquel que ella consideraba un dios del amor, sus piernas mal cubiertas por su falda, que poco fue perdiendo su lugar. Y entonces surgió el sortilegio, sin dialogo sin promesas. Dos seres deseosos abandonados a sus justos impulsos. La blusa y el sostén de Rosaura, habían desertado de la misión a la que habían sido asignados. Héctor besando los duros pezones de Rosaura que suspiraba cual sollozo. Lo que menos mostraba él era prisa. Su parsimonia resultaba expectante para la ansiosa muchacha. Aun así, el sueño se hizo realidad y falda y calzones también abandonaron su sitio. Héctor la cargo y la lleva a la recamara. Una vez en ella, Héctor se acomodó tras ella y frotaba su clítoris con una mano, Rosaura gemía, pero activa empuñaba ya la enorme verga de Héctor. Y la sobaba con tal ternura como si temiera hacerle daño. Momentos después Héctor incrusto un dedo en su cerrada cavidad. Calando la estrechés de su reducto, retiró discretamente la mano de ella y apunto su aguijón en la entrada de su vagina y la insertó poco a poco hasta incrustarla por completo dentro de Rosaura, ...