1. Escuchando a mi hermana coger REAL


    Fecha: 05/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    ... —Pues que no, claro. Pero me arrepentí y el lunes le dije que sí quería. —¿Y…? —Pues… yo todavía no tengo 18, y tampoco tengo la identificación. Él tampoco y no queremos ir a un motel. Me da paranoia eso de que haya cámaras. La casa de él siempre está ocupada y… —¿Y? —¡Ay, coño! Ya sabes de qué hablo. —¿Quieres cogértelo aquí? Asintió, sonrojada si se podía más. —Pe-pero ¿cómo? O sea ¿dónde? —En mi cuarto, mensa. —Oye… —¡Ay! —se puso a la defensiva de inmediato —, no te hagas que tú también lo hiciste aquí y yo te guardé el secreto. —Bueno, bueno, está bien, ya deja eso. Pero ¿qué quieres que haga? —Quiero traerlo el sábado, y mamá sale a trabajar y viene como a las tres, y tu vas a salir y vuelves como a las doce, así que quería pedir que si traigo aquí a Leonel mientras tu vienes, no le digas a mamá. Me ahorcaría si supiera que estoy con un chavo. Miré atentamente a mi hermana menor. En sus ojos negros no había rastro de joda, ni tampoco en las mejillas ruborizadas por la vergüenza. Imaginar el valor que tuvo que reunir para ello hizo que en parte se me ablandara el corazón. —Bueno… el sábado ¿a qué hora viene? —Temprano, como a las nueve. —¿Vas a estar tres horas con él? —Pues… si aguanta —rió, apenada. —No vas a aguantar tres horas ensartada —le dije en broma para aliviar la tensión y por primera vez nos reímos con complicidad —Ayyy, Clarisa. Bueno, está bien. No le diré a mamá, y qué bueno que me lo dices. —Luego me gana la culpa. Además me debes el favor. —Sí, sí. ...
    ... Está bien —luego de eso me sentí muy responsable —. Entonces ¿ya planeaste cómo va a ser? —¿Cómo de qué? —O sea, mujer ¡es tu virginidad! No la vas a dar así nada mas. Tienes que arreglarte bien el tesorito, limpiar tu cuarto… —Estaba pensando en comprar algo de ropa. —¿Lencería? —Nada muy hot. Sólo que no quiero que me va con mis calzones de abuelita. —Pero tienes los cacheteros que mamá te compró. —Sí, pero están feitos. Quiero una tanga. —Mmm… bueno, sí ya tienes edad. —Acompáñame a comprar —replicó, ilusionada. —Va, está bien —me reí, y entonces, llevada por un amor de hermana mayor, me tiré a sus brazos y la rodeé con los míos —. Ay, Clarisa, ya te vas a hacer mujercita. —Sí, sí, pero no digas nada. No lo diría, por supuesto. Al menos no por ahora. Así pues, al día siguiente, cuando teníamos un rato libre, le dijimos a nuestra madre que queríamos ir a comprar ropa a la tienda departamental; se mostró muy accesible en ese sentido. —Las veré por acá en una hora —dijo, quedándose en la zona de restaurantes para comer algo mientras esperaba a Gustavo, un hombre que tenía visibles antojos de estar con ella y que había conocido en su trabajo. —Bien, por acá está la tienda de interiores. —¿Aquí compras tus tangas? —Sí. Son algo caras pero son de muy buena calidad. El lugar estaba casi vacío de adultas. En su mayoría eran adolescentes y jóvenes chicas no mayores de treinta años que se paseaban entre las prendas íntimas cuidadosamente colocadas en sus lugares. Tomé a Clarisa de la ...
«1234...9»