Esclavo Primera vez
Fecha: 10/08/2019,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Con los años conocí a mi esposa Nadia y juntos nos volvimos exploradores del placer en muchas facetas. Dentro de los pocos temas tabú en nuestras exploraciones siempre ha estado mi interacción con otros hombres. La verdad es que, habiendo tantos rubros por explorar, el tema a mí no había llamado la atención en lo absoluto, y por otro lado a Nadia ese tema sí que le causa urticaria. No le resulta atractiva la idea de ver a dos hombres teniendo sexo…mucho menos que uno de ellos fuese yo. Al yo no estar interesado en el tema, no he hecho nada por plantearle la situación de forma atractiva o excitante y así andaba todo bien.
Sin embargo, a medida que el tema de compartirla con tantos hombres me fue acercando al tema cornudo. Y conforme comencé a ver más videos, y leer más sobre el tema, me llamó la atención la cantidad de cornudos que no solo comparten a su esposa, sino que el tema de la sumisión ante el cornudo les genera otro nivel de morbo. Esa sumisión llega incluso al grado de ser usados por el corneador, de mamar la verga de este para que esté lista para coger a la esposa, lamer la eyaculación que fluye de la vagina de la esposa… La verdad es que ese tema comenzó a producirme cosas, y a generarme morbo y curiosidad. Me vi de pronto fantaseando con mamar las vergas que Nadia se come, con sur sumiso de algún corneador, pero, como ese tema no lo hemos tratado, y Nadia siempre expresa su reticencia a esa temática, decidí no moverle por ahí.
Pero a curiosidad ya estaba ...
... ahí. En una ocasión un chico estuvo charlando con Nadia en alguna página de contactos swingers. Fue tanta su adulación hacia ella, que ella fue la que me propuso que hiciéramos un trio con él. El trio no fue memorable pero lo que se me quedó grabado fue el tamaño del miembro del chavo…una verga descomunal de entre 25-28 cm.
Como el trio decepcionó a Nadia, perdió interés en el chavo, pero esto no perdió interés en ella. A cada rato nos enviaba mensajes para repetir, hasta que ella lo bloqueó. Entonces los mensajes me llegaban a mí, diciéndome que la convenciera. A mí la verdad es que ver a Nadia encajada en semejante trozo de verga si me resultó excitante, pues siempre que la cogen espero que el afortunado aporte a ella algo más a sus vivencias, y que la penetre alguien dotado, pero mi implica mucho morbo, aunque para ella no.
Explorando en los perfiles del vato, descubrí que también la va la onda bisexual. Y dado mi naciente interés y fantasía por ser sumiso, por saber que se siente mamar una verga y el morbo que me generaba imaginar que probaba el semen de otro hombre, algo de inmediato saltó en mí. Le di vueltas un tiempo a la idea, sin atreverme a revelar mi naciente interés. Pero la siguiente vez que me envió un mensaje, preguntando por Nadia, aproveché para jalar un poco el hilo. Comencé por hablarle de lo rica se veía Nadia en su verga. Di en el cavo, hablar de su verga es algo que le encanta a este individuo, como seguí dándole por ese lado, de pronto me envió ...