1. Sexo intenso


    Fecha: 10/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: blanca, Fuente: RelatosEróticos

    me convertí en Amante de un taxista!
    
    He dicho en otros relatos que era provocativa al vertirme, pero en invierno usaba botas altas, suéter cerrados, abrigos o capas largas y faldas, a veces, largas que tenían un tajo que dejaban ver mis piernas bien torneadas de muslos firmes, mi norma eran pantalones.
    
    Tenía 19 años, un noviecito desde hacia 1 año y medio más o menos, nos conocimos en la Universidad, compartíamos campus no carrera, él estaba en el último año de la suya que era una ingeniería y yo estudiaba matemáticas, ese fue el vínculo ya que era ayudante en una de mis cátedras. Empezamos a juntarnos en una cafetería que había cerca de la U, pero como no era bueno que lo vieran con una novata me contó que vivía solo en un lugar ni tan lejos ni tan cerca de mi casa. Igual no me iba a buscar algunos días, le gustaba que yo buscara su sexo yendo a su casa.
    
    Un día conversando acerca de la ropa me dice que las mujeres no debíamos usar lencería más que un porta ligas para las medias nylon y nada más. Y acto seguido me dijo que quería que fuese sin bragas siempre ya que muy bien sabía que buscaba su verga. Me quedé fría, y alegué que al usar pantalones no podía ser. Fácil lo resolvió, prohibiéndome usar pantalones cuando le visitara, era un amante muy bueno en la previa y en el acto, me cogía donde estuviésemos, cocina, escala, comedor, etc. Especialmente le gustaba follarme en días de lluvia en el quincho que tenía en el patio trasero, decía que yo era su carne a las ...
    ... brasas preferida y que haría asado a la espada conmigo. Los dos gozábamos con nuestra relación! Así que darle en el gusto no me costó tanto.
    
    Ese día de la historia iba a verlo, siempre había un taxi en una plazuela cerca de mi casa y el hombre que lo manejaba era un morenazo argentino, pero de clase media baja, eso era claro. No fue pues sorpresa cuando al llegar a buscar un auto estuviese él ahí.
    
    "Buenas tardes señorita!, ¿va al lugar de siempre?" dijo con una sonrisa amable
    
    "Buenas tardes, sí y voy un poco atrasada, me puede llevar rápido" y le dí mi mejor sonrisa, el tono de su voz me había parado los pelos, era profunda y caliente.
    
    "Y mire usted, yo la llevaría encantado pero el asiento del pasajero me lo ensució un chico que llevé con su madre y acabo de lavarlo! Que lástima me voy a perder este frecuente" y me miró como cordero degollado, esa mirada ya me alteró el pulso.
    
    "Pero no, yo me siento a su lado si no le molesta" dije, él presto dio la vuelta, abrió gentil la puerta sacó unas cosas y yo me acomodé. Cerró la puerta y dio la vuelta y partimos raudos hacia la periferia. Le miraba de reojo su entrepiernas y se le veía un buen paquete, ¿sería largo, grueso cómo a mí me gustaban? Pensaba y se me iba humedeciendo mi rajita como diciendo “probemos!”
    
    "Vamos a tomar un variante para que llegue más rápido" dijo y me sobresaltó al sacarme de mi fantasía, pero era real estaba caliente!
    
    "Gracias, funciona su radio?, veo que tiene varios tangos" pregunté por ...
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