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El joven y el toro.
Fecha: 11/08/2019, Categorías: Gays Autor: luisjose1985ab, Fuente: SexoSinTabues
TORO Cuando se es joven no se piensa mucho, ingenuo, estúpido y desmedido, a mi edad no puedo imaginar como pude ser tan… tal vez hayan sido las hormonas las que pudieron haber destruido mi fama de niño bueno y colocar en boca de todos a mi familia. A mis 24 años la vida del campo es lo mío, como las generaciones pasadas de mi familia seguía trabajando para que el ganado y la siembra de la hacienda siguieran en pie. Desde que tengo memoria ya cumplía alguna función dentro de las hectáreas de la hacienda y sumado a la escuela, así transcurría mi vida en mi pueblo querido. Mi gran secreto que a pocos se lo había confesado, es que más de una vez he tenido algo que ver con algunos trabajadores de mi padre y es que siempre me han excitado los hombres aunque eso podría convertirse en un infierno en mi familia, las mentes en los pueblos son menos abiertas y eso me ha obligado a tener una doble vida. Perdí la virginidad a los 15 años en el establo con José, uno de los hombres de confianza de mi papá que para aquel entonces tenía 32 años. Un día estaba echándole comida a las gallinas cuando lo vi pasar hacia la parte de atrás del establo y sin más saco su verga y empezó a mear. Lo observe por unas ranuras y quede impresionado con una verga enorme oscurísima y ese líquido potente que salía de ella. Ahora comprendo que son cosas de la adolescencia, empiezas a sentir esa picazón y pierdes la cabeza. Seguí observando a ese hombre de espalda ancha y unos brazos fuertes que le había dado el ...
... campo y sin querer se me paro… el corazón. Se meneo su verga un par de veces y se incorporo. Yo no sabía qué hacer conmigo mismo, sentí algo que me dominaba pero a la vez ese miedo de que me hubiese visto. Esa noches transcurrieron entre pajas y más pajas. Los días pasaban y cada vez que veía a José, me parecía más interesante aunque llevaba años trabajando con mi familia nunca lo había visto de esa forma. De niño siempre le gustaba juguetear conmigo como todos los trabajadores de mi padre pero esa etapa había quedado atrás. Un día comencé a perseguirlo, la curiosidad me estaba matando. Quería volver a verle la verga cuando meara y eso me tomo bastante tiempo. No sabía que me estaba pasando. Siempre me escondía entre el monte, las plantaciones o las casuchas de los animales donde estaba José para poder repetir ese momento que tantas veces me provocaban pajas una y otra vez pero era más difícil de lo que yo podía. Un día por casualidad estaba comiendo en las plantaciones de maíz sentado en una piedra grande un pedazo de pan con queso que le había robado a mi abuela que se hacían aquí mismo. Había sentido un ruido pero no había visto que era, inmediatamente corrí a esconderme ya que podía ser mi abuela o mi mamá, gatee entre las plantas y quede asombrado. Pude ver a Claudia, la hija de doña Josefa la cocinera, acostada boca arriba y con las piernas abiertas y entre ellas José mostrándome sus nalgas y sus enormes bolas que bailaban junto a un pedazo de verga. Para mí eso fue el ...