-
El joven y el toro.
Fecha: 11/08/2019, Categorías: Gays Autor: luisjose1985ab, Fuente: SexoSinTabues
... vez nos adentrábamos más a los terrenos vírgenes de la hacienda. Llegamos a una parte donde las rocas estaban más grandes y el agua más profunda, aunque la corriente no era tan fuerte. José se quitó todo y salto al rio como un niño. -¿Qué esperas? Lánzate Toñito el agua esta buena. -No de seguro esta fría-Me excuse sabiendo que el agua del rio siempre era fría. -No seas señorita, vente carajo-Gritó José con una sonrisa en sus labios. -Pero es que… -No es la primera vez que te bañas conmigo. Me quite la ropa y mi verga estaba morcillona, corrí hasta la orilla y me lance rápido para disimular. -¿Cómo has crecido Toñito? Antier eras solo un carajito. Guarde silencio, mientras lo miraba a la cara y luego por pena miraba hacia los arboles. Sabes que estoy algo preocupado por ti, por eso estamos aquí he notado que me estas persiguiendo. Yo quería ahogarme en el rio en ese momento, no encontraba donde meter la cara y el miedo se afinco en mi estomago. -¿Qué dirá mi papá?-Pensé. Lagrimas empezaron a correrme por mis cachetes y estoy casi seguro que me puse rojo. -No, tranquilo no llores. A mí también me gustan los hombres y mucho más las mujeres. -Mentira, a mi no me gustan. -Claro que si desde hace tiempo atrás, me andadas persiguiendo para verme el guevo. -Es que yo… -No digas nada… conmigo estas seguro pero debes a aprender a disimular. Nadie se puede enterar y eso que hiciste conmigo te pudo meter en algún problema grave. Yo estaba sorprendido nunca hubiese pensado que José, ...
... ese macho con esposa y todo me estuviese diciendo eso. Lo bese por impulso, un breve beso pero lo hice. –No debí hacerlo-Inmediatamente pensé. El silencio se hizo, José me quedo mirando al igual que yo a él, sentí miedo. -No me gustan los besos entre hombres muchacho pero me excitan otras cosas-Dijo José con su cara serena. -Lo siento. -Tranquilo, mi esposa no me da na´ ni tampoco mis otras novias-Confesó-Tócame para que veas como ando estos días Toñito. Puso su mano en mi brazo y fue bajando hasta llegar a mi mano, agarrándola y poniéndola en ese pedazo de carne bajo el agua que ya estaba duro. Yo no sabía que hacer, mi corazón estaba acelerado y aunque estaba en blanco en ese momento empecé a tocar sus bolas y a pajear su verga. Sus manos callosas y fuertes empezaron a tocar mi pecho y luego mis nalgas. Una sensación extraña me invadió, una corriente recorria mi cuerpo y aunque resultaba placentero ese nuevo contacto de su cuerpo con el mío me pareció demasiado. José cruzo sus manos por mi espalda dejándome totalmente pegado a su cuerpo. Nuestras vergas empezaron a endurecerse y nuestros cuerpos a tocarse de una forma que nunca había sentido. Ese macho amasaba mis nalgas, haciéndome a veces levantarme un poco quedando su verga por debajo de mis bolas. Cada caricia, ese calor era algo nuevo para mi y por ende excitante a tal punto que estaba dispuesto a hacer lo que ese macho propusiera. Una piedra que sobresalía del nivel del río fue donde el moreno me ubico para dejarme más ...