1. Campamento Parte 6


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... de mucho antes de que yo supiera que me gustaban los hombres. Él siempre fue mi mejor amigo, mi compañero, y el hecho de que llegó a ser mi amante en algún momento, me había hecho sentir completo, había hecho que aquella conexión que había entre nosotros se fortaleciera y se volviera algo muy difícil de olvidar. A pesar de que Raúl me hacía sentir protegido y querido, y de que me llevara muy bien con él, no había una conexión tan profunda como la que había compartido con Cristian. ―¿Vendrás a verme pronto? ―preguntó Raúl, cuando me acompañó a la puerta. ―Claro ―contesté con una sonrisa―, mañana te vendré a ver. Raúl esbozó una hermosa sonrisa y luego me besó suavemente. ―Hasta mañana entonces. ―Hasta mañana ―me despedí y salí de su edificio. Aún quedaba algo de luz en el día mientras caminaba de regreso a mi casa, con la mente ocupada, pensando en cómo reaccionar frente a mis padres o como no reaccionar. Entonces mis ojos percibieron una figura caminando del otro lado de la calle, en la dirección en la que se encontraba mi casa, y de inmediato me volví para ver de quien se trataba. Me bastó una sola mirada para reconocerlo. Era Cristian. Mi estómago se retorció cuando lo reconocí y de inmediato fingí que no lo había visto y apresuré el paso hacia mi casa, tratando de evitar levantar la cabeza para que no se diera cuenta de que lo había visto. ―Adrián ―llamó él de pronto y mis pies se detuvieron de inmediato, al igual que mi corazón. No quise volver a verlo, pero tampoco ...
    ... pude seguir caminando. ―¿Dónde andabas? ―preguntó entonces y pude escuchar su voz detrás de mí. ―Eso no es de tu incumbencia ―contesté, sin volverme aún. Cristian se quedó callado por un momento. ―Tu mamá me llamó anoche preocupada porque no sabía dónde estabas ―continuó y su tono de voz sonaba extraño, hasta hubiera jurado que sonaba preocupado. ―Perdona… se me olvidó decirle a mi mamá que tú no ya no quieres saber nada de mí ―contesté ardido―. No te preocupes que le diré que no vuelva a llamarte. ―Estaba preocupado por ti ―dijo entonces y mi piel se puso de gallina, y por más que intenté resistir la tentación de volverme a verlo, no pude. La expresión en el rostro de Cristian era totalmente diferente a la expresión que había visto en él la última vez que hablamos. Sus ojos me observaban con ternura y pena, sin rastro del odio o repulsión que habían mostrado la última vez. ―¿Estás bien? ―preguntó y dio un paso hacia mí, dejando ahora sólo un metro entre nosotros. ―Sí ―dije y pronto mi voluntad se quebró―… No, no lo estoy. ―¿Qué sucedió? ―preguntó y su cuerpo se movió un poco más hacia mí. ―Mis padres se van a separar ―dije y mi voz se quebró al decirlo nuevamente en voz alta. Entonces Cristian terminó de recorrer el espacio que nos separaba y me envolvió en sus brazos, apretándome contra su pecho. Mi corazón dio un brinco al sentir su calor nuevamente junto a mí, su refrescante aroma. Sus abrazos se sentían completamente diferentes a los que de Raúl. Con Cristian me sentía ...
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