1. Graciela, la hermana de Juliana se pasó de curiosa y perdió


    Fecha: 17/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... Inés comienza a mojar al padrillo. El caballo al sentir el agua fresca se tranquilizó pero al sentir el cambio de temperatura se ve que le dieron ganas de mear. Dejando salir su pene de la bolsa, deó colgando una verga como de 50 cms por lo menos. Y se echó una meada que duró como dos minutos. Inés no sacaba la vista de ese palo. La boquita abierta, su piel sonrosada, colorada por naturaleza, estaba más roja si se puede evaluar. Me acerco a ella para que me dé la manguera a fin de bañar de una vez al caballo y la muy turra me pega con el chorro de agua directamente a la cara, y comenzó a mojarme todo. Mientras intentaba alejarme del chorro de ague ella me corría por la caballeriza. En definitiva me empapó todo, claro que hacía calor y la mojada veía bárbara. Pero ete aquí que la pendeja me las tenía que pagar. No iba a dejar pasar esta osadía de mojar a su primo mayo. Frené mi carrera y me di vuelta, se sorprendió por mi cambio de dirección y terminó chocando contra mi pecho. lo que facilitó que la tomara entre mis brazos, quedando la manguera entre los dos tirando un chorro de agua como una fuente. Al mojarsela remerita, se le enfriaron los pezoncitos y se le pusieron duros. Y eso disparó mi líbido. En décimas de segundo mi verga comenzó a erectarse, y estábamos los dos abrazados sosteniendo la manguera. Obviamente que Inés al notar el bulto que se formaba entre mis piernas y su pancita abrió bien los ojoazos verdes, y se puso totalmente colorada, se soltó de mi abrazo, ...
    ... largó la manguera y se quedó paradita con los brazos al costado, sus pezones apuntándome y con la vista clavada en mi entrepierna, donde el short ya mostraba una incipiente elevación hacia el frente. Guauuuuu primo!!!!! Juliana dijo la verdad. Ante esta declaración de que su hermana era una panza fría, que no guardaba secreto, al menos con sus hermanas, sin mediar otra palabra entre nosotros, me bajo el short y dejo en libertad mi badajo, que pesadamente queda apuntando hacia el suelo. Sus 25x6 cms de carne enervada hicieron que mi prima Inés diera medio paso hacia atrás. Y en ese momento se largó a granizar. Los granizos grandes como huevos de gallina pegaban en las chapas del establo y hacían un ruido tremendo. Inés se asutó y se me acerca abrazándome, yo con la pija al aire a punto de una erección total. Solté la manguera y la apreté contra mi verga y mi pecho, ella no rehusó el contacto, es más lo reforzó tirando su pelvis en busca de mi pedazo. Y mientras con una mano me agarraba de la cintura, con la otra manoteó mi pija y la acariciaba suavemente. Sin perder tiempo, aprovechando que nadie saldría de la casa para el establo con la tormenta, pensé que era un buen momento para hacerle pagar a Inés la mojada. La tomé por debajo de sus nalgas y levantándola en vilo, la llevé hasta las bolsas de cereal. La tiré de espalda sobre ellas, y mi prima no decía nada, solo miraba mi verga como crecía más y más. Poniéndome a caballito sobre su cuerpecito, le aproximé la cabezota a su ...