La madrastra de mi esposa - Relatos Eróticos

La madrastra de mi esposa

... sin embargo empezó a mostrarme su enorme culo y a inclinarse y mostrarme sus pechos que la verdad me excitaban, empezó a hacer preguntas sobre cómo iba con mi esposa y yo respondía con algo de nerviosismo, después de un rato de conversación se sentó a mi lado y su blusa dejaba ver de más y no era difícil imaginar todo lo que había ahí, yo estaba muy excitado y ella lo notó, había pasado media hora desde que había llegado y me dijo que había comprado una loción que me la mostraría para ver si me gustaba ya que a mi suegro no le agrado la trajo y me la dio para que la viera, pero la verdad yo ya quería que pasara algo entre nosotros, los dos estábamos de pie y se le cayó la tapa de la loción y boto unos metros los dos intentamos tomarlas pero ella se agacho y quedo frente a mí con su enorme culo justo en mi pene aún estaba excitado y lo sintió, ella solo se río y me dijo que había sido eso yo me avergoncé sin embargo le dije que eran los nervios, me pregunto nervio de que, solo respondí que a estar ahí solos, me dijo que me relajara que no tenía por qué estar nervioso si ella no haría nada que yo no quisiera, eso me excito aún más me senté de nuevo y empezó a tocarme el hombro por detrás haciendo un ligero masaje no dije nada y la deje continuar, empezó a bajar sus manos hasta mi abdomen y volvía arriba a mis hombros, de pronto bajo su manos un poco más y me toco el pene, solo me moví y no dije nada, sabía lo que quería y la deje continuar, solo pregunto qué porque me había ...

... movido no conteste y ella siguió, me tocaba y bajaba sus manos hasta mi pene me dijo es tu turno, me levante y ella se sentó empecé con el masaje sin embargo a los pocos minutos me dijo que no sabía que ella continuaría, me senté de nuevo y ella se levantó, hizo como que se había tropezado y callo en mi pierna la tome y le dije si estaba bien, se quedó así unos segundos y me dijo que se había torcido el pie en eso le iba a revisar el pie y me acomodo un beso demasiado apasionado la verdad ya estábamos a mil o al menos yo sí, le empecé a tocar los senos y no decía nada y la acomode sobre mi pene y ella empezó a quitarse la blusa, empecé a lamerle los pezones y ella solo gemía, le tocaba la vagina sobre su ropa y se sentía muy mojada, se puso de rodillas quería mamarme el pene dijo que lo dejaría listo para penetrarla, empezó a bajarme el pantalón y después el bóxer, agarro mi pene y lo introdujo en su boca y yo la tomaba del cabello me senté de nuevo y ella seguía mamando, de pronto ya estábamos los dos totalmente desnudos me dijo que ya la penetrara, había mucha adrenalina en mi por los nervios y excitación solo quería seguir, se sentó en mí y empezó a brincar solo sentía sus senos rebotar y quería venirme, así seguimos por unos minutos y dijo que si quería lamer sus pezones de nuevo le dije que sí, se dio la vuelta y ya la tenía de frente para empezar a mamar tremendas tetas, tomo mi pene y lo metió en su conchita entro con facilidad de lo mojada que estaba y empezó a gemir ...