1. Fantasía cumplida: Mi esposa probó a dos negros


    Fecha: 24/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... serían así. - Es muy fácil mi amor saber la respuesta. Este sábado iremos nuevamente al club y . - Nooooooo me interrumpió, ya no quiero saber nada de ese negro - Plan B mi amor, le dije, lo harás con el otro negro y si ese también falla quedarás curada de tu trauma sacando de tu fantasía de hacer el sexo con negros. Pero si ese negro es bueno igualmente te curarás del trauma , seguirás con tus gustos de negros pero sabiendo escoger. PLAN "B" Al igual que la semana anterior, tuvimos la suerte de ocupar la misma mesa, por ser día sábado el club estaba repleto y los negros estaban sentados en una mesa contigua y los podíamos distinguir perfectamente. Frente a ellos estaba una pareja un poco desigual ya que el tendría unos 60 a 70 años y ella unos 40 a 50 como máximo. - creo que no funcionará nuestro plan B, le dije. - que mala suerte, me dijo. Miremos a la barra y busquemos otra alternativa, aunque sea un blanco pero que sea bien dotado y hacemos un trió contigo. De pronto el negro tosco se levanto de la mesa y se dirigió a la barra pasando por nuestro lado. - Hola, le dijo mi esposa, estas desocupado? siéntate. - Ok, dijo él. Mi compañero se va con esa pareja a una zona residencial a celebrar el aniversario de matrimonio de ellos. - Parece que tu compañero capta mas clientes que tú . - Te garantizo que la que me prueba, vuelve y repite, dijo el negro - 100 dólares? y lo hago contigo? - hecho , pero primero invítenme un par de tragos. Y así fue, tomamos 4 tragos cada uno y ya ...
    ... estábamos eufóricos celebrando y bromeando como grandes amigos. Sin pedir permiso el negro cogió de la mano a mi esposa y la llevó a la pista de baile. Era una balada en inglés, lenta, muy lenta y ellos bailaban muy pegados, ella colgada del cuello y con su cara arrimada al pecho descubierto frotándose sobre los bellos con los ojos cerrados dejándose llevar. El sujetándola por la cintura bajaba la cabeza hasta el oído derecho de ella murmurándole algo y le pasaba la lengua y algunos besos en cuello y oreja. La pierna derecha del negro la tenía bien metida entre las piernas de mi esposa y por momentos se bajaba un poco para ponerle el tremendo bulto a la altura de su vagina y frotárselo rítmicamente al compás de la música. Al termino del baile ella parecía que flotaba agarrada de la mano y embobada le dijo al negro que era hora de hacerlo. Sin más , salimos y para sorpresa nuestra nos llevó al mismo hotel y misma habitación de la semana anterior. Y al igual que la pasada vez, la misma regla, tenía que quedarme fuera y esperar una hora. Pero no todo fue igual que la vez anterior, pues al poco rato mi esposa daba unos gritos desaforados de inmenso placer y por momentos su voz llegaba claramente a mis oídos pidiéndole más y más o suplicando que el negro la castigara en las nalgas y le rogaba que no terminara nunca. Esta situación era nueva para mi y me puso muy caliente y el tiempo transcurrió muy rápido entre gritos, quejidos, alaridos y llanto. Luego silencio, se abrió la puerta ...
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