1. Claudito y su tío Roque (3)


    Fecha: 25/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... ensalivado previamente y después de algún embate pudo meterla de un solo envión en ese culito que la fortuna le había deparado.
    
    El chico gritó de dolor, pero pronto dejó de sufrir y empezó a gozar mientras su madre le acariciaba las nalgas con manos crispadas. Al cabo de un rato el tío retiró la pija del culo y sonrió complacido al ver que estaba limpia, ya lista para metérsela en la boca a su sobrino y que el chico le hiciera una buena mamada.
    
    -Ahora el nene me la va a chupar… -le anunció a Sara y en los ojos de la mujer hubo un brillo de lujuria.
    
    -Sí… Sí, Roque, que te la chupe y trague toda la leche.
    
    Por orden del hombre Claudito tuvo que arrodillarse y abrir grande la boca para engullir la verga de su tío, que chupó y lamió con apasionado deleite hasta sentir todo el semen que en varios chorros calientes le inundó la boca. Tragó todo ese semen estremecido de calentura en medio de los gemidos, jadeos y gruñidos del hombre mientras su madre se masturbaba echada en la cama junto a su hijo y Roque respiraba por la boca tendido boca abajo al lado de ambos.
    
    ……………
    
    A la mañana siguiente Sara y Roque desayunaban mientras el chico aún dormía.
    
    -No te imaginaba así, Sara.
    
    -¿Así cómo? ¿degenerada? –preguntó retóricamente la mujer y soltó una risita algo nerviosa.
    
    -Degenerada, sí…
    
    -Y bueno, esto me fue apareciendo de a poco, Roque, al darme cuenta de que Claudito es puto, y me explotó cuando vos llegaste. Me calentaba cómo lo mirabas, como queriendo ...
    ... comértelo con los ojos.
    
    -Es que el chico es un bombón… -dijo el hombre cual si quisiera justificarse.
    
    -Oíme, Roque, quiero pasar un tiempo con mi hijo en tu casa y hartarme de ver cómo le das verga. –dijo Sara sin más.
    
    Roque pareció pensarlo y dijo:
    
    -Anoche te calentaste como una perra en celo viendo cómo me lo cogía.
    
    -Sí, por eso no quiero que esto quede en lo de anoche.
    
    -Por mí no habría problemas, Sara, al contrario, me encanta la idea de seguir cogiéndomelo, pero ¿y los estudios de Claudito?
    
    -Ay, Roque, eso no es ningún problema. En Córdoba hay una universidad y entiendo que es excelente. Claudito podrá cursar ahí.
    
    -¿Y él querrá venir? –preguntó el hombre con cierto grado de ingenuidad.
    
    -A ver, Roque, mi hijo a partir de ahora va a hacer lo que yo le ordene, porque ya le he dicho que si se revela le voy a contar a la familia que es gay.
    
    -¿Y él cómo tomó eso?
    
    -Por nada del mundo quiere esa humillación.
    
    Roque bebió el último sorbo de su café con leche y dijo:
    
    -Entonces si no entiendo mal lo tenemos en nuestras manos.
    
    -Exactamente, querido hermano y a propósito…
    
    Sara hizo una pausa y Roque la urgió a seguir.
    
    -Tengo una fantasía…
    
    -Contame…
    
    -Verlo con vos y otros… ¿Tenés amigos en Córdoba?
    
    -¡Sos más degenerada de lo que me imaginé, Sara! ¡Jajajajajajajajajaja!
    
    -Muero por ver a Claudito engullendo varias pijas.
    
    -Mmmhhhhh, creo que yo podría hablar con dos de mis amigos… A veces nos han llamado la atención algunos chicos ...
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