De vuelta a casa
Fecha: 27/08/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... retorcía de placer mientras lo hacía.
-Ahora a mí, cornudo. Ordenó
Me puse lubricante en las manos y por primera vez en mi vida cogí la polla de un hombre, la acariciaba y masturbé suavemente dejándola completamente llena de lubricante. Él se subió a la cama y se colocó entre las piernas abiertas de mi mujer.
-Hazme de mamporrero.- Me dijo.
Y entonces, le agarre la polla con una mano mientras con la otra separaba los labios vaginales de mi mujer, de mi propia mujer y empecé a frotar el glande de la polla del Amo entre ellos, la deslizaba arriba y abajo, mientras a la vez lo masturbaba, no se la metía, le estaba gustando lo que le hacía, hasta que vi como el capullo se metía dentro, empezó a empujar suavemente, podía ver cómo le entraba centímetro a centímetro mientras yo le mantenía los labios separados, hasta que finalmente vi cómo se le había entrado toda, como he dicho, su polla no era muy larga, pero sí bastante gorda y podía ver el coño de mi esposa dilatado, abrazando su polla.
-Levántale las piernas hacia atrás, levántaselas.- Me pidió.
Así lo hice, flexionando las piernas de mi mujer sobre su pecho mientras las mantenía a la vez separadas, empezó entonces a metérsela y sacársela, poco a poco, casi por completo pero dejando el capullo dentro para volver otra vez a metérsela, en eso estábamos cuando note como otra vez me corría mientras mirara hipnotizado aquel embolo taladrando a mi esposa.
-¡Que estrecho lo tiene, como me aprieta la ...
... polla!.-Exclamaba mientras se la metía.
Él tenía mucho aguante, además el ritmo era constante pero lento, repitiendo la misma operación cada vez, sacarle casi del todo la polla para volver a metérsela hasta los cojones, así que ella empezó a dar síntomas de empezar a correrse, él aumento el ritmo, pero para mi sorpresa, cuando por los gemidos y movimientos de pelvis de ella justo empezaba a correrse, él se la saco de golpe, privándola del orgasmo.
-Hoy aquí no se corre nadie más que yo, ¿Lo entiendes?.- Le dijo.
Suerte que no sabía cómo tenía yo los calzoncillos, pensé.
-Mantenle las piernas bien separadas, que no se corra.-Me ordeno
Así lo hice, ella se agitaba mientras poco a poco le iba pasando. Cuando él vio que ya no se corría volvió a hacerme que se la metiera, volví a cogerle la polla y la lleve hasta el coño de ella. Estuvo nuevamente un rato con el mete saca, hasta que noto que ella volvía a correrse, era increíble el aguante que tenía él, se la volvió a sacar dejándola otra vez a las puertas del orgasmo.
-Déjame que me corra, por favor.- suplico ella.
-Os he dicho que hoy no se corre nadie más que yo y lo voy a hacer.
-Dale la vuelta y ponla a cuatro patas, con el culo en pompa.- me ordeno.
Ayude a mi mujer a darse la vuelta y ponerse como él indicaba.
El Amo salió un momento de la habitación y volvió con una mordaza de cuero, como los bocados que se ponen en la boca a los caballos.
-Pónselo, así no la oiré gritar.
Le puse la mordaza como ...