1. Mi madre y su cálido recuerdo (Como fue la primera vez)


    Fecha: 31/08/2019, Categorías: Incesto Autor: juandeldiablo1957, Fuente: SexoSinTabues

    Lógicamente mi madre lo mando le dio aire y le pidió el divorcio, el cual fue bastante truculento, ya que, por razones de la ley nos dividieron a mis hermanos y a mí. Mi hermana menor y yo nos quedamos con mi mama y mis otros dos hermanos se fueron a vivir con mi padre, tiempo después mi padre se casó con su amante y se fue a vivir a Puebla. Es triste y es duro al mismo tiempo, que mi madre haya roto con mi papá, y como suele pasar en estos casos, eso fue muy duro de asimilar para mi mama. Durante unos días ella se mantuvo callada, sin querer hablar con nadie. Muchas veces la sorprendí llorando, al verla así me causo mucho pesar, durante nuestras comidas, ella no decía nada. Yo guardaba un respetuoso silencio a su problema y a su tristeza, yo procuraba distraerla con las cosas que me pasaban en el Colegio Militar. El tiempo que me quedaba de mis franquicias, me la pasaba en mi casa con mi mama. Después por la poca pensión que recibía de mi padre, tuvo la necesidad de trabajar, casi de tiempo completo, por ese motivo mi hermanita se quedó al cuidado de una de mis tías y también, por ese motivo, mi madre se quedaba sola toda la semana, excepto los fines de semana en que yo estaba en la casa, después de darle lo suyo a mi tía (historia que pronto subiré), me iba todo presuroso a mi casa, esos dos días la pasábamos muy bien juntos, yo trataba de hacerle más llevadera su soledad, ya que siempre hasta su muerte nos unió un fuete lazo filial. De vez en cuando, le daba parte del ...
    ... dinero que me daba mi tía, como pago de los tremendos encuentros que teníamos, ella me decía, que era una ayuda para mantenerme en la escuela, yo pensaba lo contrario, en fin, ese dinero lo utilizaba para ayudar a mi madre con el gasto. Como teníamos más dinero nos cambiamos a otra vivienda un poco más amplia, con el baño adentro, por el rumbo de Tlalpan. El baño tenía como puerta una cortina, un poco corta en la parte de abajo, que mi madre la había colocado para que no se viera nada, eso no fue obstáculo para seguir con el deporte extremo, que era espiar a mi madre cuando se bañaba, lo único que tenía que hacer, era tenderme en el suelo y asomarme muy discretamente por debajo de la cortina, para poder observar con detenimiento, el sabroso cuerpo que se cargaba mi madre y que el estúpido de mi padre había dejado. Lo que más me gustaba ver, era cuando se enjabonaba su sabrosa vagina, que ahora para mi sorpresa la tenía completamente depilada, al enjabonarse se metía los dedos en su vagina varias veces, como queriéndose hacer una buena chaqueta, al verla así, me ponía bien caliente, a leguas se veía que necesitaba un hombre que calmara esa calentura que sentía, la verdad, yo no me podía aguantar y luego, luego, me iba a jalar el pescuezo al ganso, en honor de mi madre. Debido a la ruptura con mi padre, mi mama empezó a agarrar la adición a las cervezas, eso lo note cuando comíamos juntos, se llegaba a tomar hasta tres cervezas, eso me pareció mal. No quería meterme en sus cosas ...
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