1. Mi madre y su cálido recuerdo (Como fue la primera vez)


    Fecha: 31/08/2019, Categorías: Incesto Autor: juandeldiablo1957, Fuente: SexoSinTabues

    ... toda su plenitud el hermoso cuerpo desnudo de mi madre y me dije muy en mis adentros, que pendejo era mi padre al dejar a una hembra tan buena como lo era mi madre. Quede extasiado al ver ese par de chichotas que se cargaba y sobre todo la entrada de su vagina toda depilada, por lo que podía ver el color rosado de su interior. Hubiera podido lanzarme al abordaje si hubiera querido, quien me lo hubiera impedido, pero todavía guardaba algo de razón dentro de mí, así que me fui a acostar, trate de dormir, pero la imagen de mi madre desnuda no me dejaba hacerlo y el dolor de mis testículos por la excitación no se me bajaba, así que decidí ir al baño y darme un buen baño con agua fría, que bien lo necesitaba, para ver si se me bajaba la calentura, porque a esa hora el agua estaba bien helada, me bañe y me fui a acostar de nuevo, más o menos me sirvió el baño para calmarme, entonces casi me quede dormido, no bien estaba entrando en el sueño, cuando volví a oír la dulce voz de mi madre. ¡Guichito!, ¡papito tengo frio!, ¡vente a acostar conmigo!, al oír eso me puse a temblar, no lo podía creer, no sabía si lo decía con conocimiento de causa o porque todavía estaba bajo el influjo del alcohol, como vio que me tardaba, me volvió a decir ¡Papito! que no oíste que tengo frio, me lo dijo con una voz entre cortada, como un susurro que apenas se podía oír, yo le dije, ya voy, entonces haciendo uso de mi razón, me acosté al otro lado de donde estaba ella, por ningún motivo quería estar ...
    ... muy cerca de ella, entonces le di la espalda y me hice el dormido, mi corazón latía a mil por hora, en eso estaba, cuando sentí una mano que me rodeaba la espalda, seguido de su cuerpo que se me repegaba en la espalda, así estuvimos por un buen rato, sentía su respiración en mi nuca. Yo para entonces, ya no me podía aguantar, y empecé a agarrarme la verga para hacerme justicia por mi propia mano, en ese momento sentí el cuerpo de mi madre que se volteaba de espaldas a mí, parando su lindo culo, fue entonces que me decidí a dar el siguiente paso, me dije, total que puede pasar, que mi madre se dé cuenta y me la haga de pedo, las recriminaciones podrían venir después, mientras, yo ya no podía más, al verla así, acostada de lado, con las tremendas nalgas que se cargaba apuntando hacia mí, me hicieron decidir tomar el camino sin retorno, ya era tarde para echarme para atrás. Lo que ocurrió después no fue menos lascivo, ni lujurioso. Sus nalgas eran enormes, grandes, hinchadas, duras y macizas que sobe hasta hartarme de placer. Y en medio de esos cachetotes maravillosos, se encontraba un par de labios vaginales húmedos, así, de espaldas, mitigué con mi lengua mis deseos más ocultos, acariciando con ella su conchita jugosa y ya humedecida. Lamidas y chupetones que hicieron que mi mamá soltara muy quedito una serie de suspiros entre cortados. Fue entonces que me acomode de lado, atrasito de ella, agarre mi verga erecta y le restregué la cabeza entre sus labios, me detuve un momento ...
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