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Desafío de galaxias (capitulo 74)
Fecha: 01/09/2019, Categorías: Poesía Erótica, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
Habían pasado cinco meses desde el atentado y Marisol estaba prácticamente restablecida. Para que dejara de incordiar a Marión, el presidente la obligó a ir unos días de vacaciones a Nueva España, antes de reincorporarse a su puesto. La primera semana la pasó, junto con Anahis, con sus padres en Almagro, después, las dos se fueron a la costa, a un antiguo pueblecito de pescadores llamada Las Negras, en Nueva Andalucía, ahora reconvertido en complejo turístico. —Me siento rara, —admitió Anahis tumbada sobre la arena de la playa. Las dos habían recuperado su peso habitual y volvían a ser dos mujeres esplendidas— no sé, no me acostumbro. —Tía, pues ponte el sujetador, —dijo Marisol con paciencia, mientras permanecía inmóvil sobre su esterilla. —Si claro, tú en tetas y yo vestida: para que piensen que soy una mojigata. —¿Tú ves en esta playa a alguna mujer de menos de sesenta años que no enseñe las tetas? —No se trata de eso: es que no tengo costumbre. —Si te pusieras el sujetador llamarías más la atención, además, cuándo vamos a Raissa, en la playa estamos en bolas. —Pero allí no hay tanta gente, esto está abarrotado. —Es que es fin de semana, ya veras como mañana hay menos. ¿Te has puesto protección en la cola? Ya sabes que si no se te achicharra. —¡Sí! Y se me ha llenado de tierra: ¡qué asco! —Es que no paras de menearla: estate quieta, —dijo Marisol incorporándose para coger el comunicador que estaba sonando. Miró la pantalla y contestó—: ...
... Buenos días señor presidente. —¿Qué tal te encuentras? —Muy bien, esperando a que se termine el arresto… —Si, si, menudo arresto: al sol y medio desnuda, —Marisol se quedó desconcertada. —¿Cómo sabe usted eso? —Detrás de ti hay un… chiringuito, creo que los llamáis así, —Marisol se giró y vio al presidente sentado a la sombra levantando la mano, junto al canciller de Nueva España. —Pues se de una que cuándo se lo diga la va a dar algo. —¡Qué exagerada! Mi ahijada tiene los pechos muy bonitos, no tiene nada de que avergonzarse. Sin lugar a dudas los ha heredado de su madre, gracias a Dios. —Que dice el presidente que tienes unas tetas que te cagas, —dijo Marisol riendo mientras se levantaba y desconectaba el comunicador. Anahis se quedó mirándola sin comprender. —¿Pero que cojones estás diciendo? —y por respuesta la señaló el chiringuito mientras se colocaba el pareo en torno al pecho. Anahis miró, y cuándo vio a su padrino soltó un chillido mientras buscaba el suyo. Recogieron sus cosas y se acercaron a él con Anahis sonrojada hasta la orejas, bueno, todo lo sonrojado que se puede poner alguien que tiene la piel azul. Lo que hace es ponerse azul oscuro. —¿Te parece bonito ponerte ahí, de fisgón? —le regañó su ahijada antes de darle dos besos. —Yo no estoy de fisgón, estoy de visita oficial. Nos dijeron aquí cerca que en este pueblo había dos pibones despelotados y hemos venido a investigar, —bromeó el presidente para hacerla de rabiar mientras se ...